Pedro Campillo, ayer en el exterior del instituto Xarc, donde se celebró el congreso socialista. | Marco Torres

Nació en Cartagena, tiene 51 años, es enfermero y lleva afiliado al PSOE desde el 83. Fue concejal de Vila durante 16 años, ocho como teniente de alcalde. Número dos de Tarrés mucho tiempo, fue uno de los artífices del proyecto Eivissa Centre, caso en el que está imputado, aunque siempre ha defendido que nadie se llevó dinero. Dice que Vicent Torres le ha felicitado, pero no así su antecesor, Xico Tarrés. «No sé por qué. Consideraría que no debía hacerlo», concluye.

-¿Cómo afronta la secretaría general tras un congreso tan movido?
-Con la voluntad de integrar y unir el partido. Sé que va a costar, pero a partir de hoy me pongo a sumar compañeros. Hay que esperar a que se enfríen los ánimos. Estoy dispuesto a escuchar a todo el mundo. Sé que no tengo la razón absoluta.

-¿Deberían haberse quedado los renovadores a la clausura?
-Sí porque no se puede abandonar un congreso. No es una dinámica democrática, aparte de que rezuma mal perder.

-¿Por qué ha elegido a Roldán como número dos?
-Roldán es una persona en la que confío. Ha sufrido mucho. Ha sido vilipendiado, insultado y agredido injustamente. No se merece, porque no es verdad, todas las cosas que han dicho de él. En este circuito de intoxicaciones y de malas ideas hay personas que hemos sufrido especialmente. Y le he elegido porque tiene cualidades para desarrollar la secretaría de Organización.

-Pero una persona que ha tenido tantos enfrentamientos, ¿puede aunar el partido?
-Claro que sí. Roldán ha sido la persona que más pendiente ha estado de los problemas de los militantes que conozco. Tiene una gran entrega a los compañeros y siempre ayuda a aquellos que tienen más dificultades, con menos poder. Ahí siempre está Roldán, tiene un gran corazón.

-Con esta impugnación, ¿cree que será secretario general mucho tiempo?
-Espero que sí, pero hay un proceso de impugnación. No vivo de esto, sino de mi trabajo. Así que si hay que hacer otro congreso lo volveremos a hacer. Volveremos a reunir a la delegación, que se ha portado fenomenal, está cohesionada. Son militantes que han dejado su dinero, sus horas de sueño y su esfuerzo para dar un cambio al partido.

-La imagen que dan ustedes es más propia de pelea de patio de colegio que de partido.
-He intentado explicar lo que me gustaría que fuera el PSOE. He explicado internamente los fallos que he visto, lo que hay que hacer para afrontar los tres años inmediatos y creo que ha habido una gran carga ideológica en todo lo que he propuesto. La política es una actividad con mucha pasión. No solo nos pasa a nosotros. Le pasa también al PP. La política es así.

-Se le reprocha que no habla catalán, que su sector es de gente de fuera y que tiene poca sensibilidad medioambiental.
-Son acusaciones malintencionadas. Mi lengua materna es el castellano y me expreso mejor, pero en mi trabajo cuando estoy con mis pacientes muchas veces hablo en catalán. Es más, creo que hay que cuidarlo, es la lengua de esta tierra y no dejaría que nadie la insultara. ¿Representamos a un sector de fuera? Aquí no hay nadie de fuera, ibicenco es el que vive aquí. ¿O es el que ha nacido con determinado apellido? Yo me siento ibicenco como el que más. Me preocupa esta tierra, su gente, el territorio. La sensibilidad medioambiental, si la hay en alguna de las dos candidaturas, es en la nuestra. Convocaremos una conferencia de territorio para discutir en detalle y con tranquilidad qué hacemos con la isla. Para mandar un mensaje claro a la sociedad de lo que pensamos los socialistas sobre determinados temas que siempre están en boga y en los que somos ambiguos. Hay que decirlo con claridad, sea el resultado que sea.

-El PSOE está en la oposición en coalición con ERC y GxE. ¿Habrá algún problema?
-Es un pacto que hay que respetar y darle continuidad.

-¿Es pro-pacto?
-Sí. Quiero recordar que no llegué ayer. Fui promotor de los primeros pactos. Los que se hicieron desde la lealtad han funcionado bien.

-¿Intentará repescar a ENE y ExC, que han quedado fuera?
-El modelo de pacto que funciona y que es creíble es el pacto del 99 que aunó a la izqueirda. No solo a partidos, sino también a asociaciones progresistas. Este es el verdadero pacto por el que hay que trabajar.

-Se habla de que hubo presiones a los delegados, que la que decantó la balanza era cuñada de Roldán y que han afiliado a mucha familia para cambiar el resultado de las votaciones.
-Es normal que haya familias enteras afiliadas y se nota porque es una isla pequeña. Pasa en nuestro sector y en el otro. Y en cuanto a las presiones, el delegado que renunció era de nuestra lista.

-¿Qué le ofreció a Vicent Torres?
-La vicesecretaría general y que llevase turismo y economía. También quería a integrar a dos o a tres más de su sector.

-¿El problema son las rencillas personales?
-No he hecho nada a nadie. Me he limitado a explicar mi programa y Vicent me parece muy cordial, buen compañero. No entiendo la beligerancia y animadversión que nos tienen algunos.

-¿Teme que se vuelva a tiempos como los de Roque López?
-Espero que no. Yo me enfrenté a él y sus dinámicas de partido. La gente no quiere un PSOE con estos líos y numeritos. Quiere que pensemos en sus problemas.

-Le apoyan exoficialistas como Vicent Tur y Bar y desde el otro sector dicen que es porque se quedaron sin cargo.
-Formar políticos cuesta mucho. En ninguna empresa se desaprovecha una persona formada. Bar, Carrascosa y Vicent Tur representan esto.