La corriente crítica del socialismo mallorquín se solidarizó ayer con el exsecretario general de la Federación Socialista de Eivissa (FSE) Pedro Campillo y mostró su «preocupación» por la situación de división del partido.
«En Mallorca somos muchos los que estamos preocupados porque es un hecho totalmente inédito que una delegación abandone un congreso», indicó un representante de este grupo, Andreu Carles López Seguí, en referencia a la marcha de los renovadores tras la victoria de Campillo.
Este crítico mallorquín lamentó que la ejecutiva del PSIB ha ofrecido «muy poca información» sobre la anulación del proceso congresual y considera que es «muy extraño» que se haya constituido una gestora sin fecha límite. «¿Qué puede estar? ¿Cuatro años? Jurídicamente se tendría que haber fijado un plazo, además de que se le han dado muchos poderes a esta gestora, como si fuera una ejecutiva», señaló López Seguí, que aseguró que son muchos los militantes mallorquines «muy enfadados» porque Campillo «ganó de un voto».
«Nunca se puede dar por supuesto que la delegada que entró sustituyendo al que había renunciado ha votado una determinada candidatura. Se ha anulado el congreso porque se presupone su voto, pero el voto es secreto, es increíble», agregó López Seguí, que anunció que elevarán una queja a la ejecutiva del PSIB para que se «repiense su decisión sobre Eivissa» y debatirán esta cuestión en varias agrupaciones mallorquinas.
Este socialista también criticó que se usen diferentes criterios para la acreditación de delegados en Eivissa y en Mallorca. Por ejemplo, en Mallorca se pueden sustituir delegados sin problemas durante el mismo día del congreso. «Yo mismo sustituí a una chica que no pudo venir porque estaba enferma y el tema se solucionó porque ella llamó por teléfono a la secretaria general», indicó López Seguí, que aseguró que no hizo falta ningún documento firmado por esta chica, sino que bastaba con el del jefe de la delegación. «Y esto ha pasado en todos los congresos, no hace falta una renuncia firmada», añadió.
En Eivissa la Mesa no aceptó en un primer momento la renuncia del delegado Prudencio Hortelano, aunque luego cambió de opinión y sí lo hizo, lo que motivó la impugnación. Desde el PSIB sospechan de la veracidad de los documentos de renuncia del delegado, que dijo haber sido presionado por los críticos, algo que éstos niegan rotundamente.
El propio Campillo dijo ayer en twiter: «Explicaremos y explicaremos todo lo que ha ocurrido a todo aquel que le interese. Después tendremos paciencia hasta el próximo encuentro».