El presidente Vicent Serra salió a hablar con los manifestantes, como suele hacer siempre | Marco Torres

Los ayuntamientos, el Consell y la dirección insular de la Administración del Estado vivieron ayer una jornada prácticamente normal, con apenas incidencia de la huelga general.
Donde hubo más seguimiento fue en el Ayuntamiento de Eivissa, donde el paro fue secundado por un 22,48% del personal sin incluir las empresas concesionarias, donde solo en Cespa tuvo un seguimiento importante. Según explicaron desde el Consistorio, la atención al ciudadano no se vio afectada en absoluto.
En el Consell el seguimiento fue bajísimo. Tan solo un 4,32% de la plantilla (26 trabajadores) secundaron la huelga. En este total se incluyen los trabajadores de los servicios externos dependientes del Consell como son el Hospital Residencia de Cas Serres (4 trabajadores siguieron el paro) y la ITV, donde solo se pasó inspección a los vehículos de cita previa porque tres trabajadores secundaron la huelga.
En el resto de ayuntameintos el paro también fue muy reducido. En Sant Antoni de los 168 trabajadores solo cuatro secundaron la huelga. Tres de ellos personal laboral y un funcionario. Ningún político. La empresa adjudicataria del servicio de limpieza, FCC, informó de que los operarios de calle no fueron a trabajar, pero sí el personal de administración.
En Sant Josep, de los 202 trabajadores solo 14 ejercieron su derecho a huelga y hubo «normalidad» en todas las oficinas, bibliotecas y piscina. En Santa Eulària solo un empleado de los 211 que tiene el consistorio faltó a trabajar y en Sant Joan el 100% de la plantilla se presentó a sus puestos de trabajo.
PSOE-Pacte informó de que sus consellers y concejales iban a donar su sueldo de este día (no se les puede descontar como al resto de trabajadores) a la Plataforma Sociosanitaria e iban a trabajar a medio gas. ExC apoyó la huelga y la manifestación, igual que ERC y Equo.

El CSI-CSIF critica la convocatoria de huelga porque implica «errar el tiro»

El sindicato CSI-CSIF, muy poderoso en la Administración, no se ha unido a esta huelga general, lo que puede explicar la poca incidencia que ha tenido en ayuntamientos y Consell. Según explicó ayer su secretario general en las Pitiüses, Ramón Taboada, esta huelga no está convocada en un momento adecuado porque se está «en plena negociación» y lo lógico quizás hubiera sido hacerlo más adelante. Taboada cree que esta huelga ha tenido menos incidencia que la que se hizo a Zapatero y que es un «error». «Un tiro mal dado nos perjudica a todos», añadió. CSI-CSIF ya anunció esta semana que se oponía a la reforma laboral por la pérdida de derechos para los trabajadores, pero no secundaba la huelga porque no era el momento.

Casi sin repercusión en los juzgados de las Pitiüses
Sin datos oficiales sobre la incidencia de la huelga general en la Administración de Justicia de las Pitiüses, los representantes sindicales hablaban de cifras próximas al 20 por ciento de seguimiento por parte de los trabajadores de Justicia, incluidos los asignados a los juzgados de Paz.
Las ausencias en los puestos de trabajo no impidieron, además, que los juzgados que pudieran estar afectados por la convocatoria de paro desarrollaran con normalidad sus funciones habituales. Es más, algunos de ellos, como ocurrió en los penales, tomaron medidas preventivas y días antes del 29-M reubicaron los juicios que había señalados para ayer para que se pudieran celebrar el día antes.
Los ciudadanos y profesionales que acudieron a los juzgados durante el día de ayer, por su parte, señalaron que para ellos había sido como un día normal.
Algunos funcionarios que no secundaron la huelga recordaron que los funcionarios tuvieron una época en la que encabezaron las concentraciones contra los recortes en su sector sin que se hubieran sentido apoyados por los sindicatos convocantes de esta huelga.