El fuerte viento que sopló durante toda la mañana y los constantes amagos de lluvia no impidieron que Els Dissabtes al Mercat Vell se despidieran por todo lo alto.
No en vano, fueron muchos los vecinos y turistas que acudieron hasta el lugar para disfrutar con el espectáculo flamenco que propuso la ibicenca Mati González, con los talleres para niños, con los puestos de artesanía de pulseras de macramé, hilo, cuero, o de litografía y productos de ganchillo o con las actividades de la cercana plaza de sa Drassaneta.
«Somos unos asiduos a esta iniciativa porque está genial disfrutar de la música en directo mientras nuestros hijos se divierten jugando en un sitio tan bonito como este», aseguraba Genoveva, una joven argentina, mientras su hijo Enzo jugaba junto a otros niños de su edad en los talleres preparados por Marie y Laurence de Kids Ibiza.
Mientras tanto de fondo la música de Mati y sus compañeros no paró de sonar desde el improvisado escenario trayendo sonidos del sur hasta este rincón de Eivissa. Tal es así, que enseguida hubo espontáneos que se lanzaron a bailar al ritmo de las tonadas mientras comentaban en plan jocoso «a mi no me va a llevar el viento gracias a la dentadura que tengo».
Precisamente las fuertes rachas de viento se empeñaron en robar protagonismo a los presentes en la plaza haciendo, incluso, que algunos de los productos que venden los artesanos volaran por los aires.
Y es que como aseguraba Laura, «aquí nadie se ha querido perder la última sesión de Els Dissabtes el Mercat Vell no vaya a ser que con la crisis y los recortes que está haciendo el Ayuntamiento sobre tantas cosas no se vuelva a repetir el año que viene».
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