Las ejecutivas balear y federal del PSOE tardaron solo cuatro escasos días en anular el II Congreso de la Federación Socialista de Eivissa (FSE-PSOE) que había ganado Pedro Campillo por un voto y nombrar una comisión gestora para dirigir el partido. En esas pocas horas, el PSIB tuvo tiempo de elaborar un detallado informe y llegó a la conclusión de que se habían incumplido los reglamentos porque se había interrumpido la votación y porque había sospechas de que la documentación no era veraz. Se alegaba además que un delegado denunció que los críticos le habían presionado para que renunciara y su sustituta decantó el congreso a favor de Campillo.
Sin embargo, un mes después de la creación de la gestora poco o nada se sabe de su labor. Su presidente, Joan Boned, ha dicho durante estas semanas que todavía estaban pendientes de consultar la documentación. Tan solo se sabe que el órgano se ha reunido dos veces. Y nada más. Esta misma semana, Boned explicó que no había ninguna novedad y que seguramente la semana que viene mantendrán otro encuentro.


Diferentes opiniones
Esta situación inusual que vive el partido es vista de forma muy distinta por los dos sectores que se enfrentaron en el congreso de marzo. Los renovadores/oficialistas no están preocupados. Su portavoz, Silvia Limones, cree que la gestora se tiene que tomar «el tiempo necesario» para poder investigar «con tranquilidad» lo sucedido en el congreso. «Yo no conozco el tema, esto lo está llevando la gestora, no sé cómo llevan a cabo la investigación», indicó Limones, que no cree que la gestora suponga algo molesto para el funcionamiento normal del partido. «En las agrupaciones las cosas funcionan de forma totalmente normal; yo en Sant Antoni sigo haciendo lo que hacía antes, cada uno sigue con su trabajo y la gestora con el suyo», explicó.
De forma diferente lo ve el que resultó ganador del congreso, el crítico Pedro Campillo, que aseguró que hay muchos militantes que sienten «inquietud» porque en este tiempo no se ha tomado ninguna resolución «ni se ha demostrado ninguna irregularidad». «Estamos preocupados, lo único que ha hecho la gestora es aplazar las asambleas de las agrupaciones a finales de julio, cuando la mayoría de nuestros militantes, que trabajan en hostelería, están a tope de trabajo», explicó Campillo, que insta a dar explicaciones sobre ello.


Campillo: «Para resolver nuestro recurso hace falta que la gestora aporte pruebas»
Pedro Campillo explicó que para resolver el recurso que ellos presentaron ante Ferraz contra la anulación del congreso la gestora tiene que aportar pruebas de que hubo alguna irregularidad, motivo que esgrimió el PSIB para declarar no válida la cita congresual.
«La gestora tiene que contestar a la petición de información que haga Ferraz y por ahora no lo ha hecho y Ferraz no nos contesta porque desde aquí no se ha dicho nada», indicó Campillo, que cree que la gestora «no puede demostrar ninguna irregularidad» porque «no las hubo». De hecho, piensa que la anulación del congreso se debió simplemente a «diferencias políticas» y no a ilegalidades dentro del proceso. «Es una injusticia, una cacicada que no se puede permitir», añadió el crítico, que aseguró que los militantes están «indignados».