Toni Llusià tiene una explotación con más de 120 ovejas.

Antonia y su marido Bartomeu tienen más de 100 cerdos en su finca, Can Bartomeu Bufí. Antonia cuenta que siempre han tenido animales y han vivido del campo, pero la desaparición en las Pitiüses del Instituto Balear de Biología Animal (Ibabsa) les genera inquietud, incertidumbre y algo de consternación por saber quién hará a partir de ahora los controles de saneamiento en sus animales.«El de este año ya está hecho. Estamos preocupados porque no sabemos qué puede pasar. Lo teníamos todo controlado y ahora nos quedamos sin saber qué puede ocurrir. ¿Quién hará ahora el saneamiento de los animales? Si dicen que no hay dinero para que el Govern siga pagando estos controles tendremos que dejar la explotación porque no podemos costear los análisis», explicó Antonia, que añadió: «Mantener una explotación ganadera es caro; la comida es muy cara, por ejemplo».

Vigilancia

El Ibabsa se encargaba en las Pitiüses de hacer controles a los animales para evitar la aparición de la bacteria de la brucelosis, que se transmite a los humanos a través del contacto directo o bien por el aire y que tiene difícil curación.

En el caso de Toni, de la finca Can Llusià con más de 120 ovejas, se suma la retirada desde hace dos meses de la «pequeña» subvención que le proporcionaba el Govern por ser una «granja centinela». «Hace muchos años se detectó la enfermedad de la lengua azul por aquí y generó mucha alarma. Nos pidieron que si queríamos ser granja centinela, que consiste en poner una trampa para coger mosquitos y así controlar el surgimiento de esta enfermedad», explicó Toni, quien aseguró que continúa recogiendo mosquitos a pesar de la retirada de la subvención porque «interesa a todos que la enfermedad esté controlada». «El tema está en que desde que accedí a hacerlo gratuitamente, nadie me ha dicho nada. Los veterinarios del Ibabsa que había aquí eran los que se encargaban de coger los mosquitos y enviarlos para hacer los controles», precisó Toni.

Este ganadero reconoce que es una situación «un poco incómoda» porque «no se sabe qué va a pasar». Toni y Antonia coinciden en criticar la «desinformación existente», pues desde el Govern nadie les avisó de la desaparición del Ibabsa.

Al contrario de lo que pasó a Agustín Felipe, responsable de la granja Santa Gertrudis. «Me llamaron desde el Govern y el Consell para comentar lo que había pasado. Sinceramente confío en que nos darán los mismos servicios que al resto de ganaderos de Balears», aunque precisó: «Me gustaría que las dos personas que había antes siguieran haciendo los controles porque es una relación de hace muchos años y ya saben cómo funciona todo». El conseller de Agricultura, Antoni Marí Carraca, aseguró en declaraciones a este periódico que desde el Consell habían pedido al Govern que se mantuviera el servicio para los ganaderos pitiusos.