Sa Colla de Vila fue una de las grandes protagonistas de la festivdad de Santa María de las Nieves. | GERMAN G. LAMA GERMAN G. LAMA

Los abanicos y José Ramón Bauzá. José Ramón Bauzá y los abanicos. Tanto monta, monta tanto. Ellos fueron los dos grandes protagonistas de este año en la celebración de la festividad de Santa María de las Nieves en Vila. Unos porque no dejaron de moverse durante toda la jornada debido al intenso calor y, el otro, el presidente del Govern balear, porque por fin vivió una jornada tranquila en Eivissa después de mucho tiempo.

La fiesta dio comienzo a eso de las siete menos cuarto de la tarde con una actuación de ball pagès, en la que sa Colla de Vila interpretó sa Curta, sa Llarga y sa Filera ante una gran expectación.

En primera fila y junto a cientos de personas, entre residentes y turistas, observando el espectáculo estaban todos los cargos políticos que se pudieran imaginar. Desde todos los alcaldes de la Isla, encabezados por la anfitriona, la primera edil de Vila, Marienna Sánchez-Jáuregui, hasta el presidente del Consell, Vicent Serra y sus consellers. Ninguno se quiso perder la posibilidad de disfrutar con la ofrenda floral y más, en compañía del presidente José Ramón Bauzá.

Una vez que cesó la música pagesa se dio paso a la tradicional misa en honor a la Virgen de las Nieves. La Catedral, un año más, volvió a registrar un lleno ‘hasta la bandera’ de fieles que siguieron con atención la liturgia conducida en catalán por el Obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura y que fue cantada por el Cor Ciutat d’Eivissa.

Para Cáritas

En ella, toda la colecta del dinero recaudado, que fue bastante debido al gran número de personas que acudieron hasta el templo, fue destinada íntegramente a Cáritas Diocesana para, como aseguró Vicente Juan Segura, «enjugar tantas lágrimas que hay por el mundo y por la Isla actualmente».

El momento más emocionante volvió a ser el de la ofrenda floral en honor a la Virgen. La primera en hacerlo fue la alcaldesa de Vila, Marienna Sánchez-Jáuregui, seguida de José Ramón Bauzá, Vicent Serra, concejalas, conselleras y el resto de los mortales, en una inmensa fila que volvió a demostrar el gran fervor que hay en Eivissa por la patrona.

Todos los ramos de flores, que fueron recogidos personalmente por el obispo y sus ayudantes, acabaron formando un bonito manto en el altar y la Colla de Vila, se encaminó hacia la salida para dar comienzo al tercer acto de la festividad: un nuevo ball pagès en la puerta de la Catedral.

Al igual que en el de las 19,45 horas, en primera fila volvió a estar Sánchez-Jáuregui, Vicent Serra y José Ramón Bauzá, quien, además de charlar con la alcaldesa, degustar alguna que otra orelleta, también tuvo tiempo para compartir con sus seguidores de Twitter una foto de su estancia en Eivissa.

Finalmente, y tras una merecida ovación para el grupo local, la comitiva enfiló camino hacia el claustro del Ayuntamiento de Eivissa por las calles de Dalt Vila.

Desfile con escena

Encabezando el desfile marchaba sa Colla de Vila, y tras ella, la primera edil de Eivissa, colgada en todo momento del brazo de un presidente del Govern que llevaba cierta cara de apuro y que dejó una de las escenas más comentadas de toda la festividad entre el público asistente.

Unos decían que era por el peligro del empedrado de las calles de la ciudad antigua, otras porque Sánchez-Jáuregui aprovechó el momento para pedir alguna que otra cosa, y otros, simplemente que se trataba de un gesto de amistad. Sea como sea, lo cierto es que la imagen se repitió a lo largo de la larga marcha que condujo hasta el acto de entrega de les Medalles d’ Or de la Ciutat d’Eivissa a Lina Bufí, Lluís Llobet y María Luisa Cava de Llano.

Un momento que, por cierto, también fue comentado prácticamente en directo por José Ramón Bauzá en su cuenta de Twitter para todos sus seguidores.