Los recién llegados para pasar sus vacaciones hacen cola en la parada mientras, al fondo, los conductores debaten la situación. | (c) Sergio G. Canizares

Una protesta espontánea y sin precedentes en pleno agosto dejó ‘tirados’ ayer a cientos de turistas durante dos horas en el aeropuerto de Eivissa. Medio centenar de taxistas de Sant Josep decidieron dejar de trabajar entre las 10,00 y las 12,00 horas como medida de presión para que se incremente la lucha contra los taxis piratas que, según denuncian, trabajan a sus anchas en la terminal ibicenca ante la «pasividad» institucional.

El grupo de manifestantes no contó con el beneplácito de la Asociación de Autónomos de Sant Josep para hacer esta protesta y su presidente, Juan Carlos Marí Marí, la calificó de «un motín» contra la actual directiva. En este sentido, ni la asociación, ni el Consell ni el Ayuntamiento de Sant Josep tenían ayer interlocutores con este grupo de taxistas, que amenazaron con repetir la protesta anoche y a lo largo del día de hoy.

La protesta consistió en dejar los coches inmovilizados y no subir pasajeros. Una medida que respetaron casi todos los taxistas de Sant Josep y de otros municipios que traían viajeros al aeropuerto mientras que los pocos conductores que se animaron a dar servicio a los turistas recibieron los abucheos de los manifestantes.

También estaba presente la Guardia Civil y la Policía Local, que anotó las matrículas de los 47 vehículos aparcados en la terminal a los que el Consistorio prevé abrir expedientes y sancionar. Sin embargo, los integrantes de la protesta calculaban que podían ser unos 80 los taxistas que se sumaron al paro de los 140 que pertenecen al municipio.

Reunión de urgencia

Durante la mañana se vivieron momentos de tensión cuando los taxistas detectaban algún presunto ‘pirata’ y pedían la intervención de la policía. Incluso, por momentos, los agentes tuvieron que proteger a los supuestos conductores ilegales del enojo de los taxistas (ver página 4).

La protesta provocó una reunión de urgencia entre el Consell d’Eivissa, la dirección del Aeropuerto, el Ayuntamiento de Sant Josep, las asociaciones de taxistas titulares y asalariados del municipio, y la Dirección Insular del Estado.

Tras el encuentro, el presidente del Consell, Vicent Serra, pidió que esta situación «no se vuelva a repetir» y que los manifestantes desconvoquen la acciones que se preveían para anoche y para hoy. «Eivissa no se merece esta imagen de cara al exterior, y no se lo merece el visitante, que tiene que ser tratado de la mejor de las maneras», destacó Serra, quien se mostró dispuesto a reunirse con «la gente que ha iniciado esta situación en el aeropuerto» para que no se vuelva a repetir porque de lo contrario tomará medidas. «Lo que ha pasado en el aeropuerto es grave y el nivel de sanciones también puede llegar a ser grave», advirtió.

Asimismo, el presidente del Consell aseguró comprender «la situación de los taxistas en el aeropuerto» y reconoció que es un problema «enquistado» que tardará en solucionarse.

Por ello, pidió «más tiempo para intentar conseguir resultados definitivos» a raíz de las «acciones decididas» adoptadas recientemente, como los decretos que permiten la inmovilización de los coches utilizados para el transporte ilegal así como el incremento de las licencias temporales.

Por su parte, la alcaldesa de Sant Josep, Neus Marí Berris, señaló que a lo largo de la temporada se han inmovilizado 56 vehículos cuando «el año pasado en todo el verano se detectaron 39». La alcaldesa aseguró estar «decepcionada» porque estos datos «positivos se vieron de otra manera por parte del mundo del taxi». «Entendemos el problema, pero los que hicieron este paro ilegal tienen que entender que todo el mundo tiene derechos y deberes. No es una amenaza pero lo que no puede ser es que se tomen la justicia por su mano y hacer una parada como medida de fuerza porque si lo que quieren es hacer un chantaje no nos encontrarán», agregó.

La alcaldesa también aseguró que los manifestantes «son un grupo aislado dentro de los taxistas de Sant Josep», y destacó que el paro le tomó por sorpresa. Por ello, pidió a los taxistas «responsabilidad» porque «hay mucha gente que vive del turismo y está pendiente de que estas cosas no pasen», concluyó.