La bandera roja, que prohibe el baño, ondeó ayer durante todo el día en Talamanca. | (c) Sergio G. Canizares

La playa de Talamanca permanece desde ayer al mediodía cerrada al baño tras la aparición de una mancha oscura en sus aguas, según informó ayer el Ayuntamiento de Vila en un comunicado de prensa.

El Ayuntamiento de Eivissa, sin embargo, ha izado la bandera amarilla este martes a las 15.00 horas. "La decisión se ha tomado después de que los responsables de la depuradora de Eivissa verificaran que la mancha aparecida en las aguas se debía a un vertido procedente del emisario, que se había escapado a través de una fisura. Los responsables de la depuradora, cuya gestión depende del Govern balear, han asegurado a los técnicos de la concejalía de Medio Ambiente del Consistorio que la fisura está sellada", explicaron fuentes municipales.

En virtud de los resultados de los análisis de las aguas, que los técnicos esperan tener el miércoles, la Corporación municipal decidirá si decreta la bandera verde o si, por el contrario prohíbe el baño.

Los técnicos municipales de la concejalía de Medio Ambiente recogieron ayer una muestra del agua con el fin de analizar y determinar la naturaleza de la mancha. Asimismo, desde el mismo departamento también se pusieron en contacto con los responsables de la depuradora para verificar si se trata de un vertido.

Otro caso

Precisamente hace ahora diez días, el Consistorio de Sant Josep también se vio obligado a cerrar la playa de Punta Xinxó debido a una avería en la estación de bombeo que provocó la fuga de aguas residuales a la zona de baño. Ante esta situación, la Policía Local de Sant Josep procedió al precinto de la playa durante un día hasta analizar el estado de las aguas y comprobar que eran aptas para el baño.

En esta ocasión, los trabajadores de la zona criticaron que esta situación se repite verano tras verano ya que las estaciones de bombeo se hicieron antes que los hoteles, motivo por el que las estaciones se saturan y no aguantan.

Hay que apuntar que Talamanca es uno de los lugares más concurridos del municipio de Vila, junto a Platja d’en Bossa, al ser una de las pocas playas urbanas que concentra gran número de establecimientos de restauración y hoteleros.