Miguel Padial, Marta Díaz, Joan Boned y Pepa Marí, ayer en rueda de prensa.

Medio año después de que se anulara el congreso de la Federación Socialista de Eivissa (FSE-PSOE) ganado por el crítico Pedro Campillo debido a presuntas irregularidades, la gestora que dirige el partido de forma transitoria ya ha decidido una nueva fecha para celebrar un congreso extraordinario del que deberá salir la nueva dirección. Será el 27 de octubre, solo durará un día y para él se tendrá que repetir la elección de delegados y se tendrá que elaborar una nueva ponencia.

También se ha decidido aplazar una vez más la celebración de las asambleas de las agrupaciones locales, que primero se retrasaron a julio, luego a octubre y ahora se llevarán a cabo entre el 8 y el 11 de noviembre. Según el presidente de la gestora, Joan Boned, se trata de dar «normalidad» al proceso, ya que habitualmente se celebra primero el congreso insular y luego en los diferentes municipios.

La decisión de convocar en esta fecha también responde al hecho de que el 10 de noviembre se celebra la Conferencia Política del PSOE y quieren llegar a esta cita «con la máxima normalidad posible».

Pese a que se haya convocado un nuevo congreso, Boned aseguró que el proceso de depurar las irregularidades que, según la gestora, se produjeron en el congreso de la FSE y la pacificación del partido no ha terminado y a la nueva dirección quizás le toque asumir alguna de estas cuestiones. Y no solo eso, sino que Boned no descarta que de aquí al 27 de octubre se pueda abrir algún que otro expediente. Preguntado por qué pasaría si se expedientara a uno de los candidatos, dijo que «habrá que aplicar el reglamento». Recordó que actualmente tanto Antonio Roldán como Javier Pina están suspendidos de militancia y no se pueden presentar.

Vila

Por otro lado, Boned anunció que será la gestora de la FSE la que se haga cargo del partido en Vila después de la dimisión de los seis críticos de la ejecutiva. Al parecer, el PSIB propuso que se hiciera así debido a que queda «solo un mes y medio» para las asambleas y la ejecutiva federal lo ha aprobado.

Boned negó que la convocatoria del congreso no responde a que Madrid o Palma les haya obligado. Aseguró que durante estos meses han mantenido muchos contactos con afiliados, «no para eliminar grupos» sino para que no se produjeran «enfrentamientos viscerales». Reconoció que el problema no está definitivamente arreglado, pero consideró que la nueva directiva podrá «acabar de reconducir las graves discrepancias internas».

Boned negó que él se vaya a presentar por el sector oficialista y dijo que su objetivo es que el congreso sea «limpio». Cree que los expedientes ya abiertos no deberían cambiar pese a que ganaran los críticos. «Son actos orgánicos completamente legales y no tienen por qué modificarse», matizó.

A partir de ahora Madrid enviará el censo válido para el congreso y esta misma semana se informará del proceso a las agrupaciones, que también tendrán que fijar fechas para debatir las enmiendas a la ponencia, que será parecida a la anterior, pero en al que se introducirán las novedades que se hayan producido estos meses. Esta misma semana se nombrará el grupo que elabore este documento.