Juan Larbán, Mercedes Prats, y Juan Angel Serra, en la presentación ayer de las jornadas.

Alrededor de un centenar de profesionales participarán el próximo sábado en las V Jornadas Pitiusas Pro-Salud Mental que abordarán el tema de «Experiencia, memoria y aprendizaje». En las jornadas se pretenden aclarar las bases que necesita el ser humano para que un adecuado aprendizaje no le permita sólo el éxito académico sino su desarrollo como persona.

Organizado por la Asociación para la Docencia e Investigación en Salud Mental en Eivissa y Formentera (Adisamef), el evento fue presentado ayer en el Consell d’Eivissa por el presidente de Adisamef, el psiquiatra y psicoanalista Juan Larbán; el vicepresidente, el psicólogo clínico Juan Angel Serra; y la consellera de Benestar Social, Mercedes Prats, que destacó su satisfacción «porque entidades y asociaciones promuevan la formación de diferentes profesionales que intervienen en el campo de la salud mental». Respecto al contenido de las jornadas, subrayó que «se hablará de lo que supone el aprendizaje para los niños, la repercusión que supone como personas y la influencia que tiene en su entorno; pensamos que los profesionales que se dedican al aprendizaje y del trabajo de favorecer el proceso de conocimiento de los niños tendrán un papel muy especial en estas jornadas».

Larbán, en este sentido, explicó que «el aprendizaje es un elemento básico del desarrollo humano» y se ofrecerá una visión integradora. «Es un error separar el aprendizaje ligado al desarrollo humano de la persona al ligado del académico profesional; desgraciadamente en nuestra sociedad cuanto más vas avanzando en los estudios más se va disociando un aspecto del otro». Lamentó que el aprendizaje basado en la memoria, «que es lo que deja huella permanente en la memoria psíquica y neuronal, se está dejando de lado con una transmisión pura y dura de conocimientos, información y datos. Pensamos que esta forma de aprender es de corta duración» comparándolo con la sociedad de consumo, «que pretende producir para consumir y no para que los productos duren y permanezcan». Además, asegura que la escuela está estructurada «respondiendo a unas exigencias sociales y no siempre van a favor de las necesidades de un niño en su desarrollo». De hecho, atribuyó el fracaso escolar a dejar de lado el aprendizaje basado en la experiencia incidiendo en el papel del profesor. «Si el maestro no transmite lo que sabe de formas apasionada va a ser un desastre», afirmó. No obstante, mencionó colegios como S’Olivera y Santa Gertrudis que están cambiando esta orientación educativa en función de los intereses de los niños.