El líder de los críticos del PSOE, Pedro Campillo, lamentó ayer que las asambleas que se están celebrando en los municipios para elegir delegados para el próximo congreso de la Federación Socialista de Eivissa (FSE) del 27 de octubre cuentan con una escasa asistencia.

Una observación que contrasta con la del presidente de la gestora, el oficialista Joan Boned, que aseguró ayer que la participación «es buena» pese a la ausencia de los críticos, que ya anunciaron que no participarían en el proceso. «En la de Vila hubo 100 personas y para el congreso anterior 127, así que la diferencia no es tan exagerada», indicó Boned, que calificó de buena también la implicación de los afiliados de Santa Eulària, ya que acudieron 30 personas de las 64 que conforman la agrupación.

Campillo cree que la gestora y los oficialistas quieren «aparentar normalidad», pero vaticinó que a la asamblea de Sant Joan, que se celebra el domingo, «asistirán cuatro gatos» y consideró que en Santa Eulària no fueron «ni la mitad de los afiliados». En Vila asistió el 40% («fueron 90 de 249 y encima dos les votaron en contra») cuando para el anterior congreso «fueron el 70%».

Campillo lamentó que los oficialistas hablen de que «por fin tienen asambleas en armonía» y remarcó que buscan un partido «manso y sumiso, sin confrontación de ideas ni debate». El crítico volvió a repetir que Boned dirigió la gestora sin estar de alta como afiliado, lo que comparó con «conducir sin carnet», y arremetió contra el anuncio de que se abrirán dos expedientes más. Asimismo, lamentó que hayan afiliado 72 personas en Vila, todo sobrinos, tíos y parejas de oficialistas como Xico Tarrés, Rafel Ruiz o Lurdes Costa.

Ahora la gestora ya dirige todas las agrupaciones de la Isla tras la dimisión de los críticos en Vila, Sant Antoni, Santa Eulària y Sant Joan. Campillo comparó a Boned ya como el «presidente de la Coca Cola» y lamentó que no intentara convencer a los críticos de que no dimitieron como sí hizo con el oficialista Marc Costa. Confió en que la Justicia falle a favor de ellos en la demanda que interprondrán porque las «irregularidades son claras». «Me queda la satisfacción de que la gente en la calle se está dando cuenta de lo que pasa, estamos en el camino correcto», añadió.

Boned aseguró que no es «contraproducente» abrir ahora estos expedientes y no quiso pronunciarse más sobre la demanda judicial que preparan los críticos. Otros oficialistas dudaron ayer de que realmente el tema acabe en los tribunales.