Fernando Ferré, en su declaración ante los juzgados en el marco de la Operación Trueno, en junio de 2011. | Marco Torres

El propietario del Grupo Playa Sol (GPS), Fernando Ferré, ha frustrado una vez más la fusión del entramado de 300 sociedades que presuntamente le sirvieron para defraudar a Hacienda 14,5 millones de euros, según las investigaciones enmarcadas en la Operación Trueno, por la que fue detenido hace dos años acusado de los delitos de fraude fiscal, blanqueo de capitales y falsedad documental, y que supuso la intervención judicial del grupo hotelero desde 2010.

Los administradores judiciales y la empresa de capital de riesgo Hiperion Capital Managment persiguen esta reestructuración societaria porque les ayudaría a refinanciar la deuda de 340 millones de euros que tiene el grupo hotelero: 260 millones que adeuda a los bancos, 60 millones a las administraciones públicas y el resto a distintos acreedores particulares.

El Juzgado de Instrucción Nº 4 de Eivissa celebró ayer una nueva vista con todas las partes implicados en el conflicto financiero de GPS, como son sus acreedores (administraciones públicas y Banco Popular) el Govern balear, Hiperion, los administradores judiciales y los abogados de los sindicatos UGT y CCOO.

Allí, Ferré volvió a negarse a la fusión de las sociedades, lo mismo que hizo «sucesivamente en todas las juntas de accionistas que se habían convocado para ese procedimiento», según aseguró el portavoz de Hiperion. Para esta empresa, Ferré se ha convertido en un «obstáculo», por lo que ahora estudia «una fórmula jurídica que pueda forzarlo» a aceptar la fusión.

En la vista, el Banco Popular también manifestó que ya no puede seguir financiando al grupo hotelero, una situación que los administradores ya conocían y que les llevó a acogerse al artículo 5 bis de la Ley Concursal para solicitar la declaración de preconcurso de acreedores.

Desde Hiperion, indicaron que en el encuentro ante el juez no se dijo «nada nuevo». «Se ha vuelto a constatar la enorme dificultad de todo el procedimiento, porque se trata de 300 sociedades entrelazadas unas con otras. Y poner en limpio este maremágnum es de una complejidad enorme», agregó el portavoz de la compañía.

La cuenta atrás de tres meses para el concurso de acreedores empezó la semana pasada, cuando los actuales gestores se acogieron a la ley concursal. Sin embargo, el portavoz explicó que en este tiempo el objetivo es «dialogar y hablar mucho con los acreedores y con todas las partes implicadas» para intentar encontrar una solución que evite el concurso, ya sea «a través de quitas o renegociaciomes» de la deuda.

En este sentido, insistió en la necesidad de poner orden en el «entramado tremendamente complejo» de sociedades. «Porque al final los problemas financieros son muy importantes, pero si no se abordan con un cierto orden entonces son imposibles. Y quien no está facilitando nada es la propiedad, vamos, absolutamente todo lo contrario», criticó.

Fernández: «Nuestra labor será luchar para defender los puestos de trabajo»
Desde UGT, el representante de hostelería, Fernándo Fernández, aseguró que Ferré «seguirá haciendo lo ha hecho siempre: poner piedras en el camino para que la empresa no siga funcionando». Según destacó, la convocatoria del concurso de acreedores «era algo que podía ocurrir y que no queríamos que llegara». «Durante los últimos dos años, la empresa ha estado gestionada por el grupo Hiperion y ha ido funcionando bien e incluso ellos dicen que ha dado beneficios pero que no son suficientes para tapar el agujero», explicó. «Nuestra labor será luchar por defender los puestos de trabajo», concluyó. El grupo gestiona 15.000 plazas hoteleras y tiene 1.300 trabajadores.