Inviable. Barbaridad. Desconocimiento o tontería. Son algunos de los calificativos que se escucharon el pasado miércoles durante la celebración del Consell de Navegació del Port d’Eivissa. Algunos reconocen que durante la reunión hubo una discusión «acalorada» entre los representantes que asistieron al encuentro a la hora de defender o rechazar la opción aprobada por todos los partidos políticos y que hace referencia a la separación de los pasajeros, según si van con transfer o no. Para algunos esta decisión se ha tomado sin tener en cuenta la parte técnica o profesional ya que se trata de tráficos, los pasajeros, que son «imposibles» de separar.

Por ello, durante ese encuentro alguno hizo alusión a la necesidad de tomar decisiones con «seny» y coherencia.

En el transcurso de la reunión, también sorprendió la postura del concejal Juan Daura, que aquel día asistió como alcalde accidental, que mantuvo hasta el final del encuentro la postura aprobada por toda la corporación del Ayuntamiento de Vila y que establece que todo el tráfico se ubique en los muelles comerciales.

Esta postura provocó que el jueves la misma alcaldesa, Marienna Sánchez-Jáuregui, recitificara al edil y apoyara la postura del Consell. «Está todo bien, es una tormenta dentro de un vaso. Es la prensa la que le da más bombo de lo que tiene, está todo perfecto», señaló Daura ayer sin querer entrar a valorar el motivo de este paso en falso desde el Consistorio.

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