La nueva desaladora de Santa Eulària está terminada pero aún no ha entrado en funcionamiento. | Marco Torres

Cómo repercutirá el sobrecoste de 19 millones de euros de la construcción de la nueva desaladora de Santa Eulària en la tarifa municipal de agua, es la respuesta que el alcalde Vicent Marí buscará en la reunión que mantendrá este mes con el director de general de Recursos Hídrics del Govern, Salvador Padrosa Payeras.

Para el primer edil, si bien «está claro que la tarifa del agua asumirá una parte de los costes de esta desaladora, hay que saber en qué condiciones y cómo». «Estamos en contacto con la Conselleria de Medi Ambient y este mes habrá reuniones para hablar de este tema y para ver cómo se clarifica; es una cuestión que está sobre la mesa», añadió Marí.

El Ministerio de Medio Ambiente ya se comprometió con el Govern balear a pagar seis de los 19 millones de esta «desviación», que casi duplicó el precio inicial de construcción de la planta que iba a ser de 22 millones de euros. Según Marí, la causa de este encarecimiento es que «la desaladora se hizo más grande de lo que era en un principio» lo que provocará que tenga «mayor capacidad de producción». Un aumento en el volumen de agua que también «habrá que ver cómo se vende y a qué precio», agregó.

«En cualquier caso el agua desalada siempre es más cara, pero ese coste no tiene que ser tampoco descabellado de forma que el ciudadano tenga que pagar un precio desmesurado. Que será más caro que el agua de pozo, evidentemente, porque será agua de mayor calidad, pero todavía esto se tiene que concretar», insistió Marí.

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