La crisis económica genera que los pitiusos prefieran los coches extranjeros a los producidos en España, principalmente porque los primeros son más asequibles que las marcas nacionales. Así lo demuestran los datos de matriculación de vehículos por procedencia del Instituto Balear de Estadística (Ibestat), que reflejan que el año pasado en las Pitiüses se matricularon 6.337 vehículos de los 5.199 son de procendencia extranjera (Unión Europea y otros países de fuera de la misma) frente a los 1.129 que tenían como origen España. Esto significa que el 82% de los coches matriculados en Eivissa y Formentera son extranjeros frente al 18% de los coches nacionales.

Del total de 5.199 coches extranjeros, 4.121 estaban fabricados en países de la Unión Europea y los 1.078 restantes en otros países de fuera, como Asia y Estados Unidos.

Si bien las ventas de coches extranjeros han caído en los últimos cinco años no lo ha hecho tanto como los vehículos fabricados en España. Así, las matriculaciones de los primeros han disminuido un 40% en comparación con 2007 cuando se matricularon 8.984 coches frente a una caída superior al 50% en el caso de los nacionales (hace cinco años se matricularon 2.223 nacionales). Cabe destacar que el cómputo general de matriculaciones ha descendido en los últimos cinco años más de un 40%, pues en 2007 se matricularon 11.307 coches frente a los 6.337 del año pasado.

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