IBIZA ALAS PRUEBAS SIDA | ESTER REQUENA

El próximo mes de abril se cumplirá un año del cierre definitivo de la Asociación de Lucha Antisida (ALAS) en Eivissa. 365 días sin actividades de prevención, sin servicio de atención personal ni apoyo psicológico para las personas infectadas, sin pruebas rápidas para la detección del VIH ni servicio de reparto gratuito de preservativos. «Al final habíamos ido convirtiéndonos en un centro de salud sexual, trabajando también en coordinación con el Área de Salud de Eivissa y Formentera», explica Alejandro Soriano, el último trabajador que ALAS mantuvo contratado en la isla.

En opinión de Soriano, quien entró como coordinador escolar en 2010, cuando la asociación contaba con cuatro profesionales en activo, y acabó como técnico de prevención y encargado de todos los servicios hasta el cierre final, «no se trataba solo de prevenir el contagio, sino también de iniciarse correctamente en la educación sexual para evitar otros problemas como pueden ser los embarazos no deseados». Para ello contaban con diversos programas, como las charlas a jóvenes (en institutos de secundaria o incluso en la dirección general de menores) o el proyecto Dance For Life, que pretendía prevenir a través de la danza.