Algunos de los habitantes de esta zona de Vila acumulan todo tipo de objetos y chatarra en sus nuevas viviendas.

«¿Qué quieres que te cuente? Mi vida ya es suficientemente triste». Así de claro se expresa uno de los nuevos habitantes de ses Feixes des Prat de ses Monges. Prefiere no desvelar su nombre ni su rostro, pero su situación es límite. «Se que está mal invadir una vivienda ajena pero no tengo donde vivir, no tengo empleo ni dinero y aquí por lo menos duermo a cubierto», concluye mientras se marcha caminando por uno de los caminos que cruzan esta zona húmeda con una gran biodiversidad de flora y fauna.

Él no es el único. En menos de un año el paisaje de este lugar se ha transformado. Cada vez son más las personas sin recursos que han decidido aprovechar edificaciones abandonadas para montar su hogar. En ellas se acumulan ropa tendida, cascos de motocicletas, bicicletas en mal estado, mesas prefabricadas, maderas, paelleras y cualquier objeto que pueda ser útil.