«Sí, es cierto, ha habido un incumplimiento del programa electoral» afirmó ayer el portavoz del Govern, Rafael Bosch, al dar cuenta de la aprobación del proyecto de ley que que establece nuevos impuestos sobre los envases, los coches de alquiler y las grandes superficies comerciales, gravámenes con los que, junto a otros incrementos tributarios, concretamente tasas, el ejecutivo pretende recaudar unos 60 millones de euros en 2013.

La cantidad es aproximada y el portavoz del Ejecutivo no llegó a concretarla. El proyecto ha sido polémico desde el primer momento. La creación de los nuevos impuestos se anunció antes de aprobar los Presupuestos, a finales del pasado año, pero fue cuestionado por todos los sectores afectados y los partidos políticos. En el propio Govern ha habido difrencias o, según Bosch, «un debate muy profundo». El autor del proyecto de ley, el vicepresidente Aguiló, no compareció antes los medios para explicar su propuesta. Bosch admitió que él no podía dar más información que la contenida en un resumen de prensa. Las críticas de los sectores económicos y de los partidos se sucedieron durante todo el día.