La primera Ley de Pesca de Baleares contempla el incremento de las sanciones a los pescadores aficionados que vendan sus capturas y abre la posibilidad de que las barcas profesionales comercialicen salidas con turistas.

El Consell de Govern ha aprobado hoy el proyecto de Ley de Pesca Marítima, Marisqueo y Acuicultura, un texto que incorpora aportaciones de todos los sectores afectados, según ha destacado el conseller de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, Biel Company.

El proyecto, que cuenta con 145 artículos, regula la actividad pesquera, profesional y recreativa, en los 2.500 kilómetros cuadrados de aguas interiores que son competencia del Govern autonómico.

En el archipiélago, según los últimos datos, hay 348 barcas de pesca en las que salen a la mar 671 profesionales que capturan unas 3.400 toneladas al año, mientras que se estima que unos 85.000 residentes practican la pesca recreativa, que podría suponer la captura de hasta 1.500 toneladas al año.

La futura ley compilará normativa dispersa en algunos ámbitos y ordenará otros carentes de reglas en las aguas interiores, en las que junto con la pesca recreativa se practican las artes menores tradicionales, mientras que las que suponen capturas más cuantiosas, cerco y arrastre, se desarrollan en aguas exteriores, que son competencia del Gobierno central.

En relación a las sanciones, Company ha detallado que la venta de pescado por parte de aficionados, considerada hasta ahora falta grave, pasará a ser muy grave, con lo que las sanciones pueden ir de 30.000 a 150.000 euros.

No obstante, también se aplica el «sentido común» para rebajar otras sanciones, como las que se imponen a quienes pescan con la licencia caducada o sin llevar copia del permiso, que se reducirán de la horquilla actual de entre 300 y 60.000 euros a entre 30 y 150 euros, ha indicado el conseller.