Marzia Boi, ayer en el auditorio de Puig d’en Valls en un momento de su conferencia.

¿Pueden llegar a ser las abejas un reclamo turístico? Por increíble que parezca, sí. La doctora Marzia Boi, profesora del laboratorio de Botánica del departamento de Biología de la UIB e investigaadora experta en el estudio del polen, concluyó ayer el curso de apicultura sostenible organizado por el Consell d’Eivissa y la Associació d’Apicultors. En su intervención expuso que la apicultura puede ayudar al desarrollo de países como África, definió la situación de la miel y sus diferentes tipos en Balears y las Pitiüses y defendió la importancia de las abejas en nuestras vidas.

«Las abejas no tienen hígado y por sus características si se envenenan mueren mucho más rápido que los humanos. Por tanto pueden ser un indicador de que el medio ambiente no es sano o está contaminado», explicó Boi. De ahí que puedan ser un reclamo turístico: «Pueden ser un llamamiento para el turismo para demostrar, por ejemplo, que el aire es bueno y no hay contaminación como en otros lugares».