El alcalde de Sant Joan detalló ayer algunas de las medidas que tomarán para intentar controlar el caos que se genera en verano en la playa de Benirràs y que trae de cabeza al Ayuntamiento cada temporada.
Por lo pronto se ha comenzado a colocar señalización, tanto en esta cala como en otras zonas turísticas, para prohibir la venta ambulante, hacer fuego, estacionar y la presencia de perros.
También se acondicionará un aparcamiento provisional cerca de la playa, algo que se hace «con el acuerdo de los vecinos y los comerciantes de la zona».
Según explicaron ayer desde el Ayuntamiento, en los próximos días los responsables municipales llevarán a cabo una serie de reuniones con los propietarios de establecimientos de Benirràs, viviendas cercanas y responsables de seguridad y limpieza para reforzar «las medidas de control» durante la temporada.
Tal y como ya se hizo el pasado verano, se ha acordado con los establecimientos que hagan la recogida de residuos a primera hora, tal y como se incluye en la concesión de hamacas de esta zona. De esta forma, los servicios de limpieza retirarán los residuos a las 8,00 de la mañana. Según el Ayuntamiento, este año el servicio se optimizará «duplicando su actividad respecto al año pasado».
Asimismo, el Consistorio anunció que incrementará las sanciones por encendido de fogatas y botellones y cada domingo habrá agentes de la Policía Local de paisano y de uniforme junto a agentes de la Guardia Civil. En la próxima junta de seguridad el alcalde pedirá a la Delgación del Gobierno más apoyo.