Fiesta en un catamarán en el año 2010 en la que hubo música, comida, bebida, motos de agua, puesta de sol y juegos eróticos por 65 euros. | ESTEVE FRANQUESA

El director de Ports i Aeroports del Govern, Antoni Deudero, se reunirá este viernes con la Asociación Provincial de Empresarios de Actividades Náuticas (Apeam), para informarles sobre la necesidad de la comunicación previa de actividad y las medidas de control sobre las fiestas en barco o boat parties en las Pitiüses por parte de las diferentes instituciones y administraciones implicadas, como Capitanía Marítima, el Govern o la Guardia Civil.

Rafael Cardona, portavoz de Apeam en las Pitiüses, explicó que esta patronal está a favor de este tipo de excursiones siempre que «los servicios se realicen dentro de los límites legales». «Los barcos en sí tienen unas limitaciones en cuanto a horarios, aforos y límites de navegación; mientras no se incumpla ninguno de ellos entendemos que la actividad es legal. Ahora bien, si algún barco se extralimita en sus funciones que caiga todo el peso de la ley contra él», precisó Cardona, poniendo como ejemplo el uso de motos acuáticas en parques naturales «sabiendo que está totalmente prohibido», navegar por la noche fuera del límite horario o bien superar el aforo permitido.

«Siempre que se actúe dentro de la ley nadie puede decir nada, le pueden llamar como quieran, pero para el barco es un servicio marítimo dentro de unas normas legales», apuntó el representante de Apeam en las Pitiüses, quien considera que, debido al crecimiento de este tipo de actividad en los últimos años, las instituciones deberían definir, por ejemplo, qué se considera una fiesta en barco: «Las administraciones deberían definir el concepto de boat party, qué tipo de excursiones son y qué límites podrían llegar a tener para que en estas excursiones no se produzcan situaciones de peligro y desasosiego».