Bauzá y los consellers, durante el Consell de Govern de esta mañana. | Pere Bota

La austeridad sigue siendo el objetivo, pero el Govern abrirá más la mano con las políticas sociales y dará un «impulso» para la reactivación económica.

Ese es el primer mensaje que lanzó la nueva portavoz del Ejecutivo, Núria Riera, tras la reunión en la que se fueron concretando más aspectos de la remodelación del Govern. Ayer fue el turno de los cargos medios de las conselleries.

La Administración autonómica tendrá tres direcciones generales menos pero incrementará sus cargos en proporción al aumento de las conselleries, que han pasado de siete a nueve. Para cada una de las nuevas conselleries se crea una secretaría general y, posiblemente, se nombren jefaturas de gabinete. Las direcciones generales, tras la remodelación, pasan de 31 a 29 pero otros departamentos crecerán.

Los primeros nombramientos se anunciaron ayer y, además, la nueva portavoz del Ejecutivo, Núria Riera, se estrenó confirmando algo que ya se daba por hecho hace unas semanas y que se intentó negar: el final del Centre Balears Europa (CBE), que se extinguirá como tal y cuyas funciones se integrarán directamente en la nueva Vicepresidencia de Antonio Gómez. El ex presidente Cristófol Soler forma parte de la plantilla del CBE junto a otras 18 personas más.

Cambios a la vista

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El Govern surgido de la remodelación que el president Bauzá anunció el pasado jueves celebró su primera reunión y, además de continuar con la segunda fase de cambios (los que afectan al segundo nivel de la Administración), la nueva portavoz dio a entender que la época de los ajustes había acabado y que ahora se trataba de dar un impulso a la economía y entrar de lleno en la política social. Ayer se tomaron acuerdos en este sentido, entre ellos, la tramitación de la Tarjeta Básica correspondiente a 2013. El gran acuerdo en esta materia fue acordar gastos, que ya estaban en marcha antes, de 23 millones de euros en Servicios Sociales y Educación. Pese a que la portavoz dijo que no se abandonará la «línea de la austeridad», si avanzó que se pretende entrar en una nueva etapa de «impulso» al bienestar social y a la competitividad.

Al margen de declaraciones, lo que ayer se oficializó en la primera reunión del Govern que se constituyó el día anterior fue el cese en sus puestos de tres directoras generales y sus relevos. Caen Carmen Lliteras, directora general de Relacions Instituicionals i Acció Exterior (que ha sido sustituida por César Pacheco, ex director general de Comerç), Margalida Pizá (Recursos Humans de la Consellelria d’Educacio) y Ana García (Patrimoni i Obres Públiques).

A Pacheco le sustituye Lourdes Cardona (antes, secretaria autonómica de Promoció). El nuevo Govern, en su primera reunión, aprobó además el nombramiento de Guillermo Estarellas como secretario autonómico d’Educació, Cultura i Universitatats; el de Bartolomé Isern Lladó como director general de Planificació i Infraestructures y el Isabel Cerdá como directora general d’ Ordenació, Innovació y Formació Profesional. Lucía Matías será la secretaria general de la Conselleria de Salut; Isabel Serna, de la Conselleria d’Hisenda i Presupots y Guillermo Sánchez Cifre será secretario general de Família i Serveis Socials. Los otros dos nombramientos de ayer fueron Apolónia Socías (Família i Menors) y Rafael Romero (Serveis Socials). Hasta ahora, una única dirección general llevaba estas áreas. Quedan pendientes por nombrar algunos cargos, que se recogen en el gráfico que acompaña esta información, entre ellos el de tesorero y el del director de la Oficina de Control Presupuestario.

Las tres directoras generales que ayer dejaron el Govern conocieron su destitución el mismo jueves. La de Carmen Lliteras no estaba en ninguna quiniela. Su relevo por Pacheco únicamente cabría intrpretarlo en clave política. El anterior responsable de Comerç cuenta con la confianza total del president perse a ser cuestionado por el sector comercial. En el relevo ha jugado un papel destacado el vicepresidente Gómez.

La portavoz del Ejecutivo dijo desconocer si, en un futuro, habría cambios en el gabinete del presidente del Govern. Bauzá no comentó nada al respecto. como tampoco avanzó si comparecerá ante el Parlament para explicar los cambios como le reclama la oposición. Sigue sin haber fecha, además, para la reunión que tienen que mantener los responsables d’Economía y d’Hisenda para abordar cómo se articula el proceso para ‘desactivar’ los impuestos que han quedado al aire. Núria Riera no aportó las claves del proceso, que vinculó a su proceso de tramitación parlamentaria.