El Ayuntamiento de Eivissa instará al Ayuntamiento de Sant Josep a controlar su normativa de contaminación acústica ya que el ruido procedente de los establecimientos ubicados en los límites del municipio, como Platja d’en Bossa, molesta a los vecinos del municipio de Vila.

La propuesta es una moción presentada por el concejal de Epic, Antonio Villalonga, que advierte de que Vila está siendo perjudicada «por la contaminación acústica que viene del municipio vecino y porque el no cumplimiento de las normativas propias de Sant Josep afecta a la oferta de ocio nocturno» del municipio de Eivissa.
Todos los grupos políticos así como el equipo de gobierno se sumaron a esta petición. El concejal de Medio Ambiente, Juan Mayans, anunció que instará «de nuevo», al igual que el año pasado, a la alcaldesa Neus Marí «a que vigile el ruido» y explicó que mantuvo «una conversación con el concejal Javier Marí» y que le informó que hoy [ayer] aprobó la nueva normativa de horarios «para que no haya música en el exterior desde las 00,00 hasta las 13,00 horas». Aún así, el edil insistió en que se lo volverá a reclamar por escrito.

Por su parte, el concejal de PSOE-Pacte, Rafa Ruiz, recordó que el municipio de Vila «es el más pequeño pero el más habitado» y que en sus extremos tiene las zonas de ses Figueres y Platja d’en Bossa, «donde viven muchos ciudadanos en una proporción mucho mayor que en otros municipios». En este sentido, detalló que «en la frontera de Sant Josep tenemos un beach club de fama mundial que está muy bien y que es un negocio pero que molesta a nuestra ciudadanía» y remarcó que «como se ha abierto una veda de abrir espacios de música, algo que teníamos superado, ahora se está montando otro beach club cerca del campo de tiro». «Entonces tenemos dos beach clubs en dos extremos del municipio que este verano serán un problema», añadió.

Por su parte, el concejal de ExC, Vicent Ferrer, destacó que es un problema «de salud» para los ciudadanos, y reconoció la rápida actuación de la Concejalía de Urbanismo para evitar la implantación de un establecimiento ilegal en Talamanca. Por su parte, el edil del PREF, Ignacio Rodrigo, afirmó que «el ruido está traspasando las fronteras y está perjudicando a nuestros vecinos» y señaló que «lo único que hay que hacer es aplicar la ley». «Hay herramientas suficientes para que se pueda convivir con el ocio y con la empresa», destacó y recordó su propuesta de que se prohíban los beach clubs en Talamanca.