La comunidad educativa podrá seguir colgando lazos en los centros escolares. | J. TORRES

«La nueva redacción del artículo 4.3 es inocua en el sentido de que no innova el ordenamiento jurídico al regularse ya en la legislación sectorial en materia de patrimonio», argumenta el dictamen del Consell Consultiu sobre el anteproyecto de Ley de Símbolos que el Govern ha modificado tras una primera consulta del texto que este organismo tildó de inconstitucional. Este artículo, considerado «esencial» en la primera versión, exigía una autorización previa para la exhibición de símbolos en los edificios públicos, una condición que se consideró atentatoria contra la libertad de expresión y en consecuencia inconstitucional.

En lo que el Consultiu interpreta como «una nueva consulta», frente a la tesis del Govern que sostiene que se trataba de una simple «aclaración», se aprobó el dictamen de nuevo gracias al voto de calidad de su presidente, Rafael Perera, toda vez que cinco de los diez miembros –considerados el sector progresista de este organismo– volvieron a emitir un voto particular.

El Consell Consultiu también propone algunos cambios en el texto remitido por el Govern, en especial para que aclare aspectos relacionados con la exposición de motivos y el régimen sancionador en relación con la vulneración de la norma.

Los progresistas

Los cinco consejeros ‘progresistas’ que firman el voto particular –Pere Aguiló, Pedro Aguiló Monjo, Maria Ballester, Carmen Fernández y Joan Oliver– dejan claro en su exposición que «son cuestiones radicalmente distintas el uso de símbolos institucionales y la utilización de los bienes», tal y como ahora apela el Govern, dejando claro que «el hecho de colgar una lazo con los colores de la senyera, como expresión de apoyo a la lengua catalana, no constituye el ningún caso la utilización privativa del bien, que continúa íntegramente destinado al servicio público educativo, de manera que no necesita autorización».