Cajas acumuladas en los contenedores de la ciudad de Eivissa | AMANDA AGUADO

Eivissa, uno de los lugares favoritos de los turistas, pierde parte de su encanto porque se ha descuidado la limpieza de los lugares emblemáticos. Esa es la opinión de algunos residentes encuestados por este periódico. Pero los turistas no encuentran tanta suciedad en sus rincones.

Dalt Vila, uno de lugares más transitados, sí parece menos limpio que en otras ocasiones, según los visitantes.
Asimismo, son muchos los vendedores que piensan que la ciudad está perdiendo su atractivo debido a que no se está cuidando el aspecto de sus calles. Papeles, plásticos, restos orgánicos, obras inacabadas llenas de escombros y demás, son las principales causas de que se convierta en algo no muy agradable a los ojos de los habitantes.

Cristina Costa, dependienta de una tienda del puerto, comentó que «Las calles de la ciudad están más sucias que nunca, los basureros no pasan desde hace una semana por la calle Bisbe Cardona y el otro día tuvimos que llamar para que vaciaran las papeleras». La mayoría se queja del estado de las calles del centro de la ciudad, sea por el puerto o por Dalt Vila.

Por otro lado, los que vienen de vacaciones, no tienen las mismas sensaciones. Los visitantes no dan tanta importancia a la basura que se acumula en las calles, aunque algunos han notado que la situación ha empeorado. Marisa y Belén han venido a la Isla después de visitar Mallorca y opinan que «Palma reluce» y Eivissa no tanto. Sin embargo, no consideran que esté muy sucia porque la comparan con Argentina, su país de procedencia.
«Las calles cercanas al puerto las veo mucho más limpias que la zona del casco antiguo», confesaba Elena, que empezó ayer sus vacaciones en Vila.

Marc y sus amigos están alojados en Sant Antoni y creen que las calles del centro siempre están llenas de basura. En cambio, no ven que la ciudad de Eivissa esté tan deteriorada.
A pesar de estas impresiones, el tema de la limpieza urbana parece estar dando una mala imagen de la Isla, según los vendedores y sobre todo, este sector insiste en que está propiciando incomodidad a los residentes que abren sus negocios en verano para vivir del turismo.