Piruleto durante su actuación. | Daniel Espinosa

Lo que se vivió ayer en la discoteca Privilege fue más que una multitudinaria fiesta infantil. Y eso que los centenares de niños y mayores que pasaron por el establecimiento de Sant Rafel se lo pasaron en grande con la multitud de juegos, talleres, zancudos, acróbatas, un taller de caras pintadas ocastillos hinchables y las actuaciones de Piruleto o Nalaya.

En la fiesta, que volvió a resultar un rotundo éxito, destacaba la importancia de la causa benéfica: la Plataforma Sociosanitaria. Esta entidad, creada en 2001 y que aglutina numerosas entidades sociales, se encuentra en una delicadísima situación económica ante la falta de subveciones públicas. Por eso, iniciativas como la de ayer son la única manera de que puedan seguir realizando su labor.