Junto al campo de esponjas piedra (en la imagen), a unos 750 metros de profundidad, se ha hallado una amplia diversidad de vida marina.

Oceana ha descubierto, en la zona autorizada para sondeos petrolíferos cerca de la costa de Eivissa, un campo de esponjas piedra a más de 700 metros de profundidad, sobre una montaña submarina entre Valencia y Balears, lo que según la organización constituye un nuevo hábitat para el Mediterráneo.

En un comunicado, la entidad precisa que las miles de litístidas han sido halladas por el catamarán Oceana Ranger, un hábitat que sí era conocido para Canarias y otras zonas del Atlántico Norte, pero que no había sido hallado todavía en el Mediterráneo, por lo que su hallazgo «incrementa la riqueza de este mar», que con apenas un 1 por ciento de la superficie oceánica alberga más del 18 por ciento de las especies marinas de todo el mundo.

«Es una gran noticia seguir encontrando nuevas especies y hábitats en el Mediterráneo. Según vamos conociendo más de las zonas profundas de este mar, la fauna que creíamos que no lo habitaba también está aquí», apuntó ayer al respecto el director de Investigación de Oceana en Europa, Ricardo Aguilar.