Ses Salines se caracteriza durante el verano por el caos circulatorio y por los problemas de estacionamiento. En la imagen, vehículos mal aparcados ayer en ses Salines. | German G. Lama

El proyecto de arreglo de la carretera de ses Salines que aprobó inicialmente el Consell d’Eivissa en diciembre del año pasado no gusta al Ayuntamiento de Sant Josep ni a Ibifor, empresa propietaria de la mayor parte de los terrenos que rodean esta zona. Según explicó la consellera de Mobilitat, Pepa Costa, Sant Josep ha puesto objeciones porque considera que con este proyecto no se soluciona el problema de la movilidad y de la accesibilidad a la playa.

La intención inicial del Consell d’Eivissa era aprovechar el proyecto de reforma de la carretera de ses Salines para ordenar también el aparcamiento y solucionar el caos que se monta allí todos los veranos. Sin embargo, el Parque Natural de ses Salines elaboró un informe desfavorable porque no quiere que se consolide allí un parking y solo quieren que entren los vehículos «autorizados». «Solo se prevé que entren los que van a las empresas, etc., pero no todo el mundo y por eso nos hemos adaptado a lo que dice el Parque Natural y solo hemos contemplado hacer un vial cívico que va desde los estanques a la playa y por el que se puede caminar e ir en bicicleta», explicó Costa, que indicó que ahora responderán las alegaciones presentadas al proyecto. Ibifor, por ejemplo, ha alegado contra la restricción de vehículos para entrar al Parque Natural. «El Parque piensa que allí no se debe poder entrar y nosotros tuvimos que adaptar el proyecto a esa condición», señaló la consellera.