La sesión plenaria del Ayuntamiento de Sant Josep aprobó ayer, con la abstención de PSOE-Pacte, la ordenanza reguladora de ruido y las vibraciones. Para el concejal de Actividades, Javier Marí, esta normativa es «necesaria» para establecer «las medidas preventivas, correctoras e inspectoras aplicadas en el municipio en cumplimiento con la normativa autónoma y estatal». «Algunos acusan a esta corporación de ser insensibles a esta problemática, pero ha sido esta corporación, y no otra, la que ha hecho esta ordenanza», matizó Marí. La regidora en la oposición Paquita Ribas señaló que a lo largo de este verano se ha aplicado la normativa del Govern balear «cuando han querido», por lo que indicó que tampoco era tan necesaria.

Además, Ribas aconsejó al equipo de gobierno no «levantar tanto la cabeza porque no se han visto muchos resultados y sí que hemos oído [ruidos]». De hecho, hizo referencia a las quejas vecinales de la pasada noche por la música que se podía oír en Sant Jordi: «La gente de Sant Jordi está agradecida porque a las tantas no se escucha nada. Nada más que música», indicó de forma irónica.