En la imagen,Torres en el campo de antes de la NASA en Pasadena (California).

Francesc Torres es originario de Sant Joan de Labritja, donde nació en 1962, pero su carrera le ha llevado muy lejos, incluso a la NASA. Esdoctor ingeniero por la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación de Barcelona y asesor tecnológico del desarrollo del sensor SMOS, el primer satélite europeo liderado por la industria española. Catedrático de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), disfrutó de un año sabático en la NASA y ha recibido multitud de premios, entre ellos el Ciutat de Barcelona, que otorga el Ayuntamiento o el Salvé i Campillo del colegio de ingenieros.

—¿Qué hizo en la NASA?

—Estuve en Pasadena (California) en el Jet Propulsion Laboratory. Es un centro de la NASA que se encarga de todas las misiones espaciales, por ejemplo a Marte, las sondas espaciales, los satélites de observación de la Tierra, etc. Trabajé en un proyecto de un sensor atmosférico que ahora en el futuro supongo que lanzarán los americanos que se llama GeoSTAR.

—¿Qué hacía?

—Estuve un año para integrarme en el equipo de investigación de allí y les ayudé a hacer unas pruebas de campo, de caracterización y también desde el punto de vista formativo de desarrollo de nuevas líneas de investigación.

—¿Es usted el primer ibicenco que ha estado en la NASA?

—No me consta que haya habido más, pero no lo sé.

—Es también asesor del sensor SMOS ¿qué significa esto?

—Esta es mi actividad principal, llevamos casi 20 años trabajando con este satélite, que por primera vez ha hecho la industria española, Construcciones Aeronáuticas (CASA). Nosotros, el equipo de la UPC, hemos estado trabajando desde los inicios hasta que lo lanzaron en el año 2009. Es una tecnología nueva, europea, en la que estamos por delante de los americanos a nivel europeo y está funcionando de forma excelente, es un hito de la industria aeroespacial europea.

—Y sirve para el estudio global del ciclo del agua, la mejora del modelo climático y la predicción meteorológica, ¿no?

—Es una misión que forma parte de lo que llaman Living Planet, el planeta vivo de la Agencia Europea del Espacio. Son una serie de sondas para estudiar parámetros que permitan comprender mejor lo que es la biosfera y para predicción meteorológica, climática o eventos intensos como sequías o huracanes. Es un sensor que cada tres días elabora un mapa global de toda la Tierra y permite hacer estos estudios para saber si realmente el efecto invernadero irá creciendo, la intensidad de los huracanes o la corriente de El Niño en Sudamérica. Para tener una mejor comprensión del ciclo del agua, del intercambio de agua entre la atmósfera y la Tierra y los oceános.