Imagen de archivo de la zona de Cala de Bou.

El Ayuntamiento de Sant Josep ha decidido finalmente no optar a la posibilidad que daba el Govern balear de declarar algunos espacios obsoletos como zonas turísticas maduras para facilitar la renovación de sus establecimientos.

Pese a que en un principio el consistorio mostró su interés en que Cala de Bou se pudiera incluir en esta figura, finalmente el concejal de Turismo, Vicent Torres, indicó ayer que los plazos que se daban eran «muy cortos» y habría sido más un problema para los establecimientos que una ayuda.

El decreto, que fue aprobado en junio por el Govern, se hizo principalmente para la Platja de Palma e incluía beneficios para las zonas que fueran declaradas como maduras. Por ejemplo, la posibildad de crecer una o dos plantas más en caso de que se renovaran los establecimientos para conseguir 4 estrellas o tres llaves. También se daba un plazo de seis meses a las diferentes administraciones con el fin de que desarrollaran líneas de ayudas, inversiones, beneficios fiscales, incentivos y actividades desestacionalizadoras.