Biel Moyà y la concejala Antònia Picó, durante la rueda de prensa de ayer.

Un estudio de la Universitat de les Illes Balears (UIB) ha concluido que los «blooms» o decoloraciones del agua del mar que durante el verano suelen producirse en las playas de Santa Eulària se deben a la abundacia de fitoplancton. El investigador Biel Moyà presentó ayer las conclusiones del informe sobre estas microalgas que había sido encargado por el Ayuntamiento de la localidad.

En rueda de prensa, el científico destacó el buen estado de las aguas analizadas y dijo que, según las muestras tomadas, no se han detectado vertidos. Dichas muestras fueron recogidas durante los meses estivales en las playas de Es Canar, Santa Eulària, es Riu y Cala Llonga.

El investigador explicó que cuando aparecen estas microalgas, se identifica qué las causa, se estudia su evolución y se analizan los nutrientes para comprobar su toxicidad. «A veces se producen alarmas innecesarias», advirtió Moyà.

«Hablamos de un organismo potencialmente tóxico, pero en casos muy concretos que afectan a peces y mariscos, pero no a las personas», reiteró. Así, destacó que en las muestras tomadas en Santa Eulària los niveles de células de fitoplancton estaban cinco veces por debajo de lo que se considera necesario para decretar una «marea roja».