La procesión, uno de los momentos importantes en la festividad religiosa, en la que no faltaron las vestimentas tradicionales.

Cientos de personas volvieron a llenar un año más Sant Josep para celebrar la festividad de su patrón y el Día del Padre. Ayudó el día casi veraniego y los numerosos turistas llegados en los viajes del Imserso.

Precisamente un grupo de ellos, procedentes del pueblo de Úbeda, en Jaén, se convirtieron en improvisados protagonistas de la jornada justo en el momento en el que salían las imágenes de la iglesia para procesionar por las calles. «Encantados» por encontrarse en la Isla con una festividad religiosa tan parecida a las de su Andalucía y por «descubrir algo que no imaginaban» cuando les dijeron que vendrían a Eivissa por primera vez, su confusión con la primera de las imágenes dejó escenas dignas de una película del célebre director Luis García Berlanga.

«¿Quién es el primero? ¿San Antonio?», preguntaba Miguel. «No, no, es San José», contestaba muy segura a su lado Angelines. «Que no, que os digo que es San Clemente», sentenciaba Emilia, unos centímetros metros más atrás. Poco a poco, la cosa se fue complicando y viendo que el número de santos citados iba en aumento uno de los periodistas presentes en la entrada de la iglesia acudió a preguntar a las mujeres que portaban la imagen. Pero ni por esas. Ni siquiera ellas sabían quién era. Afortunadamente, con la colaboración de varias personas se acabó con el misterio. «Es el beato y fraile carmelita español Francisco Palau, conocido por meditar en un islote cerca de es Vedrà y por construir una ermita en es Cubells donde entronizó la imagen de Nuestra Señora de las Virtudes», confirmó la voz autorizada. Algo que dejó a los turistas de Úbeda con los ojos como platos, al tiempo que se dibujaba en ellos un gesto de sorpresa y decepción. No les duró mucho ya que después sí identificaron con acierto a San José, patrono de la localidad, San Vicente o Santa Teresa, entre el resto de imágenes que marchaban en la procesión.