Gladys Deris y su hija Natalia Goyena residen en Sant Antoni.

Ni un día llegó tarde a su trabajo de limpieza de playas y eso que se tenía que levantarse a las seis de la mañana. Tampoco fue obstáculo las altas temperaturas de verano, aprovechaba el descanso para refrescarse en el mar, pero aquel contrato finalizó, estuvo dos veranos consecutivos, y pese a que ha realizado varios cursos de formación públicos no encuentra una salida laboral.

«No consigo trabajo y quiero un empleo», dice Natalia Goyena, que tiene una discapacidad cognitiva de un 75%, pero eso no le ha impedido realizar sus estudios de primaria, de ESO y los cursos formativos, el último de ellos ha sido del FIOP como mozo de apoyo, del que recibió el diploma el pasado 3 de abril en un acto presidido por el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Serra, y la consellera d’Administracions Públiques, Nuria Riera. «Le dije a la consellera que estaba muy de acuerdo con la formación pero en realidad qué pasaba ahora porque quiere trabajar y no consigue nada», recuerda su madre, Gladys Deris.

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