Sorprendidos e indignados. Así es como se despertaron ayer los sindicatos al leer el paquete de medidas que exige la Federación Hotelera de Mallorca (FEHM) al Gobierno y que presentaron el martes en Madrid en plena negociación del convenio colectivo de hostelería en Balears. La noticia no ha hecho más que calentar aún más los ánimos de los representantes de los trabajadores, que ayer por la tarde se reunieron con la patronal.

Acudieron menos representantes con el fin de agilizar las negociaciones, pero el intento sirvió de poco. «Las posturas están igualmente enrocadas y hemos solicitados que dejen a los fijos discontinuos como están», dijo el responsable de UGT, Antonio Copete. Además, reconoció que se produjo un «enfrentamiento» a raíz de la propuesta de la FEHM.

«Este planteamiento es vergonzoso, especialmente cuando negocian el convenio», lamentó el responsable de CCOO, Ginés Díez, quien acusó a la patronal hotelera de Mallorca de «actuar al margen del resto de organizaciones empresariales». «Parece que buscan conflicto en vez de paz social, es una propuesta provocadora», indicó Copete.

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