El personal acabó ayer de acondicionar la Unidad Básica de Santa Agnès para su apertura. | (c) Sergio G. Canizares

La apertura del nuevo centro de salud de Sant Josep el pasado mes de abril ha obligado al Área de Salud de Eivissa y Formentera a reorganizar el servicio sanitario de la zona oeste de la isla, lo que ha permitido descongestionar el centro de Sant Antoni y repartir las consultas entre las diferentes unidades básicas de ambos municipios.

Entre las novedades, destaca la apertura de la Unidad Básica de Santa Agnès, que empezará a funcionar hoy, y la de Sant Mateu, que se puso en marcha el pasado 1 de mayo. «De esta forma, se cumple con una vieja reivindicación de estas dos parroquias, que por la distancia al centro de referencia, sobre todo, porque la gente que vive en estos núcleos tiene una edad avanzada, les costaba desplazarse», apuntó ayer la Directora de Atención Primaria, Carmen Santos, que agradeció al Ayuntamiento de Sant Antoni su colaboración al ceder las dependencias de los Centros Cívicos de estos pueblos para montar las consultas médicas y poder pasar consulta una vez por semana.

En el caso de Corona, que cubrirá la asistencia de 240 usuarios, las visitas se harán los jueves, mientras que en el centro de Aubarca se realiza los martes. De las 174 personas que atiende, 83 ya han pasado consulta entre el día de su apertura y el 15 de junio. El equipo que se desplaza (de 11.30 a 15.00) está formado por un médico y una enfermera y son los mismos que cubren la Unidad Básica de Sant Rafel, donde están a tiempo completo los lunes, miércoles y viernes. Entre los tres centros constituyen 1.660 tarjetas sanitarias, todos adultos, mientras que los niños son derivados al centro de referencia donde están ubicados los pediatras.

Mayor cobertura

Además, con la puesta en marcha del centro de salud de Sant Josep, este deja de depender de Sant Antoni, «partiendo una zona grandísima en dos», tal como recordó Santos, que destacó que de esta forma se dará «mayor cobertura, ampliando los servicios y llegando a las zonas rurales en las que nos quedábamos un poco cojos en asistencia».