—¿Llegarán las competencias en promoción turística realmente el año que viene?
—El año que viene hay elecciones y es posible que lleguen. Pero hay que tener en cuenta que el Consell de Mallorca no las quiere porque esta función la desempeña el Govern en su caso. Siempre que hemos ido a Palma a hablar sobre este tema hemos incidido en que debe haber una parte fija igual para cada isla para no perjudicar a las más pequeñas, por ejemplo Formentera. Siempre insisto en que Formentera no debe salir mal parada de esto porque hay que recordar que la que más plazas turísticas tiene es Mallorca con 287.000 plazas, Eivissa tiene 80.000; Menorca 50.000 y Formentera unas 8.000 plazas. Por tanto, es importante establecer una cantidad fija igual para todas las islas y, a partir de ahí, en función de parámetros. Tenemos que ser más ambiciosos y no tenemos que ir sólo a por una parte del presupuesto de promoción turística, sino una cantidad del presupuesto total de la conselleria de Turisme i Esports porque, de lo contrario, nos podemos encontrar con que Eivissa consiga menos dinero que en anteriores legislaturas.
—¿La promoción diferenciada que están haciendo las Pitiüses junto con sus empresarios está siendo satisfactoria?
—Sí. Para mí es muy gratificante que gobiernos de diferente color político vayan de la mano por el bien común de sus ciudadanos y esto es lo que ha pasado con el Consell d’Eivissa y con el Consell de Formentera. Se están viendo resultados porque, además, mayoristas, agentes de viajes y público en general han felicitado a las Pitiüses por su iniciativa de separarse del Govern porque ir con ellos significaba que Mallorca nos eclipsaba.
—Este año se han registrado ocupaciones en los primeros meses de temporada que no se habían visto en muchos años.
—Esto ha pasado porque las aerolíneas de bajo coste empezaron a volar en marzo hacia Eivissa. Además, la Semana Santa cayó muy cercana a mayo y mercados como el alemán, escandinavo, austriaco o belga, que son los que vuelan seis meses y no son tan estacionales, han incrementado sus llegadas y esto es muy importante.
2 comentarios
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No, no somos el ombligo del mundo, somos el váter del mundo. Aquí nos viene a parar toda la mierda que nadie acepta en su país.
..los hoteleros se pasan media vida llorando..haciendo bueno el dicho..de quien no llora no mama..yo recuerdo todavía la época de los anexos..en que los hoteles no daban abasto..y como aquella señora francesa se quejó por mañana en la recepción..de que debían cambiarle de habitación..¿qué no le gusta su habitación tan preciosa?..OUI..pero hace tres noches que duermo con un señor que no es mi marido..y eso sucedió en 1960..en la Ciudad Jardín..de Palma..donde se multaba a las turistas que salían del hotel en bikini..