El Partido Popular presentará a Virginia Marí como candidata a la alcaldía después de la dimisión de Pilar Marí. Virginia marí es la número 14 de la lista electoral con la que el PP concurrió a las elecciones municipales de 2011. | (c) Sergio G. Canizares

Si todo sigue el guión previsto, y en el Ayuntamiento de Vila todo es posible, Virginia Marí Rennesson se convertirá a mediados del próximo mes de agosto en la tercera alcaldesa de la ciudad de esta legislatura. La que ocupara el número 14 en la lista del Partido Popular en las últimas elecciones locales se encontrará en su mesa con numerosos proyectos estancados, a los que Pilar Marí no supo dar solución, y tan solo diez meses por delante para encontrarles solución.

Uno de ellos es la estación de autobuses Cetis, que desde finales de diciembre se encuentra cerrada después de abrir sus puertas en julio del pasado año. El Consell d’Eivissa y el Ayuntamiento de Vila han llevado posturas contrarias en este asunto, algo que podría cambiar con la entrada de Virginia Marí en Can Botino. La intención de la máxima institución insular es rebajar las tarifas de 5 euros que cobraba la empresa concesionaria por cada entrada y salida (unas tarifas suspendidas por orden de un juez), además de recuperar todas las paradas de subida y bajada de la ciudad de Eivissa, que desaparecieron con la apertura del Cetis. Mientras, los usuarios tienen que seguir esperando el autobús en la avenida Isidor Macabich de Vila.

Otro de los ‘marrones’ con los que Virginia Marí tendrá que lidiar es la nueva contrata del servicio de limpieza, cuya licitación el Consistorio decidió suspender en abril para incluir en el pliego de condiciones aspectos reclamados por las empresas que optan a ofrecer el servicio. La limpieza de la ciudad fue uno de los caballos de batalla que dieron el mando al PP tras doce años de gobiernos de izquierda en Vila. No obstante, en tres años de legislatura todavía no se ha conseguido licitar un servicio que se adjudicó por última vez hace ahora 20 años.

El tiempo en contra

Sin embargo, la que se antoja como tarea más difícil para Virginia Marí es formar un auténtico equipo de trabajo entre los regidores ‘quemados’ por todos los escándalos de Can Botino y los tres nuevos ediles, que tan solo tendrán diez meses para ponerse al día en todo lo relacionado con la gestión municipal e intentar sacar adelante los máximos proyectos posibles por el bien de Vila.

Sin fecha

A partir de la renuncia del pleno de renuncia de los concejales dimitidos, se abre un plazo de diez días hábiles (los días 5 y 8 de agosto son festivos) para la celebración del pleno en el que Virginia Marí, María Fajarnés, Juan Flores y Salvador Gallego tomarán posesión de sus cargos. La sesión podría celebrarse entre el 11 y el 13 de agosto.