Varios niños y niñas rociados por una manguera mientras realizan una actividad.

El final de julio trae consigo el calor de agosto y nos advierte de que el verano está apunto de acabarse. Los niños de las Escuelas Municipales de Verano de Santa Eulària celebraron ayer la despedida de todos aquellos niños que no van a continuar en la escuela el resto de verano.
Para ello, la coordinadora de estas escuelas, Dara Martín, junto con 18 monitores organizaron el Aquafestival. Esta actividad se basa en la realización de juegos de agua. «Los niños vienen en bañador y toalla y nosotros organizamos una especie de gincana para que estén entretenidos y disfruten del agua», explicó Martín.
Las Escuelas Municipales de Verano empezaron el pasado día uno de julio y se vuelven a inaugurar hoy a primeros de agosto. «Está dividido como en dos partes y, aunque la mayoría de los niños se queda los dos meses, hay unos cuantos que se renuevan», aclaró coordinadora.
Niños de todo el municipio, residentes y no residentes, desde tres a once años son los que disfrutan de las actividades programadas por las escuelas de verano. La función que realizan es que los chicos no dejen de lado todo lo aprendido durante el invierno y, mediante actividades variadas, refresquen sus conocimientos de una manera divertida y casi inadvertida.