Unas mujeres mayores a la sombra, reunidas frente al mar. | (c) Sergio G. Canizares

Sa berenada reunió ayer por la tarde en el Puig des Molins a cientos de vecinos de Eivissa en una tarde que sirvió para conmemorar el desembarco de las tropas catalanas que en 1235 conquistaron Vila.
La banda Ciutat d’Eivissa recorrió el trayecto desde Vara de Rey hasta el Puig des Molins animando la llegada de los asistentes. Asimismo, la Agrupación Musical Dolores de Eivissa amenizó el evento con un repertorio ‘pachanguero’ de música tradicional.

Una vez allí, las diferentes asociaciones que participaron en este encuentro, se repartieron para ofrecer, juegos tradicionales, sangría, comida y la esperadísima paella para 800 personas que la valenciana Carmen Frigols se encargó de cocinar.
«A ojo controlo todo lo que lleva la paella. Con la cuchara toco fondo y ya se más o menos el arroz que hay que poner», comentó Frigols, que utilizó cinco kilos de gambas, 25 de calamares, 25 de carne de pollo, 30 de conejo y 25 de costillas de cerdo; junto con los 40 kilos de arroz que hicieron falta para una sabrosa paella multitudinaria que nadie quiso perderse.

Mientras unos hacían cola para obtener su plato, otros se divertían con juegos tradicionales organizados por la escuela de tiempo libre s’Espurna. Vasijas de barro llenas de arroz, harina y caramelos; el saco de algarrobos el cual se debe calcular en peso; taller de fanolets realizados con melón y la construcción de el calatrec con cañas fueron las actividades programadas para el entretenimiento de todos.