El Ayuntamiento de Sant Josep adjudicó ayer de forma directa ocho vehículos utilizados como taxis pirata en 2012 que quedaron inmovilizados en los depósitos municipales y que no pagaron la multa de 6.000 euros correspondiente por la práctica de transporte ilegal. Los coches forman parte de la subasta de 19 vehículos realizada por el Consistorio que quedó desierta «por el alto precio», por lo que se optó por la adjudicación directa a la puja más alta a través de ofertas en sobre cerrado.

Los precios más altos que se pagaron fueron 1.050 euros por un BMW 330, que tenía un precio de salida en subasta de 3.750 euros y un Renault Kangoo adjudicado por 900 euros y precio de salida de 3.375 euros. El resto de vehículos, dos Chrysler Voyager, un Volvo S70, un Renault Clio, un Seat Ibiza y una Mitsubishi Space Wagon, que tenían un precio de 400 euros, se adquirieron por cantidades que van de los 100 a los 150 euros.

Más subastas

Según explicó el concejal de Gobernación, Serafín Grivé, eran vehículos «viejos» porque «los taxistas pirata buscan los coches más baratos para que no les suponga una gran pérdida si los pillan». Grivé recordó que los vehículos que no han tenido salida se destinarán a chatarra y detalló que en total el Consistorio ha recaudado 2.620 euros con esta subasta.