Jaume Ferrer, en una imagen de archivo, inaugurando el cuartel de la Guardia Civil de Formentera. | Guillermo Romaní

Vecinos de Formentera que habitan en casas diseminadas de la isla han sufrido en las últimas semanas una serie de robos y hurtos en sus propiedades, con botines de menor o mediano valor.

El ‘modus operandi’ de los cacos, al parecer, es el de entrar a las viviendas a altas horas de la madrugada cuando las familias están dormidas o, durante la mañana, si ya se han ido a trabajar o a la playa.

Uno de los damnificados de este tipo de robos ha sido el propio presidente del Consell Insular de Formentera, Jaume Ferrer, quien en declaraciones ayer a este rotativo apuntó que, «en nuestra casa han entrado por una ventana de la habitación de mis hijos, mientras todos dormíamos y se llevaron el contenido de una cajita en la que había objetos de gran valor sentimental como un reloj que me había regalado mi padre, pertenencias de mi mujer y un poco de calderilla».

Perplejos

Para Jaume Ferrer, «las cosas robadas son lo de menos, lo que más nos dejó perplejos, no solo a mi familia sino a los otros vecinos víctimas de estos robos, es lo que hubiera pasado si alguno de nosotros nos hubiéramos despertado y sobre todo los niños».

El presidente del Consell de Formentera, apuntó además que «todas las fuerzas y cuerpos de seguridad de la isla se encuentran investigando los hechos acaecido en los últimos días y esperamos contar en breve con los primeros datos de esta investigación».

Habituales

Según Jaume Ferrer, «estas oleadas de robos, vienen siendo habituales durante la temporada por lo que tenemos que seguir reforzando la seguridad en la isla para evitar que los vecinos sufran cualquier tipo de situación como las que antes hemos relatado, dentro de sus propiedades».

En estos momentos aun no se dispone de datos que demuestren si este año está siendo más convulso que en temporadas anteriores en cuanto a robos en hogares particulares.