«Nos sorprendió este nuevo informe porque reconoce que hubo impactos de unos sondeos aunque éstos no tuvieron lugar en aguas de Balears, lo cual reafirma que los sondeos acústicos tienen un impacto negativo aunque estén a una larguísima distancia. Las ondas acústicas se pueden transmitir a cientos de kilómetros y pueden afectar a poblaciones de cetáceos y evidentemente tratar de quitarle importancia por el hecho de que se hayan hecho lejos de aguas de Balears cuando se ha detectado que hubo alteración en el comportamiento de los cetáceos es un argumento claro para seguir demandando una declaración de impacto ambiental negativa para el proyecto de Cairn Energy en el Golfo de Valencia», explicó Carlos Bravo, uno de los portavoces de la Alianza, quien exigió al conseller Company «más transparencia», pues «pedimos copia de todos los expedientes y aún no nos han contestado».
Al mismo tiempo reclaman que el Govern actúe contra los sondeos que se hicieron el año pasado: «Pese a que se hicieron a mucha distancia afectaron a las aguas baleares. Que lo persigan hasta las últimas consecuencias porque, de lo contrario, transmiten un mensaje de impunidad al resto de empresas que tienen proyectos petrolíferos», destacó Bravo.
En cuanto al nuevo proyecto que Company mencionó en su intervención, Bravo afirmó que se trata del que caducó en febrero de este año de la empresa Seabird Exploration. Ésta recurrió ante el Ministerio y se ha reactivado: «Solicitó reanudar el proyecto, por lo que ha puesto en marcha el mismo proyecto con otro nombre y pretenden saltarse toda esa primera fase de exposición pública y que le sirva todo lo que ya hicieron anteriormente. Este proyecto se ha reactivado y, tal y como se puede ver en la web del Ministerio, se han saltado una serie de pasos y estarían únicamente pendiente de la declaración de impacto ambiental», concluyó Bravo.
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