Mantener la diferenciación de las grandes superficies entre las islas, redefinir las zonas de gran afluencia turística y regular la venta ambulante. Son los tres puntos más importantes para Eivissa de la nueva Ley de Comercio, según el conseller de Comerç, Vicent Roig, que destacó el consenso que se ha conseguido en esta nueva normativa con un amplio respaldo de la cámara. «Todas las asociaciones y patronales han participado y pueden ver reflejadas sus aportaciones en la ley», apuntó Roig, que recordó que el 90% de las peticiones realizadas por el Consell d’Eivissa también se han recogido y que cuenta, además, con el apoyo de los grupos mayoritarios, ya que el PSOE «solo estuvo en contra de tres artículos».

Para el conseller «es una ley de todos» y «muy positiva», consecuencia de numerosas reuniones.

Grandes superficies

El conseller destacó la importancia de que en Eivissa se mantenga la consideración de gran establecimiento comercial a partir de los 400 metros cuadrados. Según Roig, «no significa que no pueda haber grandes superficies sino que tendrán que tener la autorización autonómica», así como unas exigencias y controles debido al consumo que hacen sobre el territorio. «Tenemos un espacio limitado y no podemos abrir la mano a hacer todo», apuntó.

De momento, la isla cuenta con 11 grandes superficies autorizadas. El número límite de estas construcciones se establecerá en el plan director de comercio.

Respecto a la regulación de la venta ambulante, Roig destacó el traspaso de las competencias de inspección y sanción a los ayuntamientos, «lo que les permitirá ser más rápidos y ágiles a la hora de tramitar los expedientes». En este sentido, los consistorios tendrán un año para aprobar las ordenanzas referentes a la venta ambulante.

Por último, el conseller valoró positivamente la definición concreta de zona de gran afluencia turística (ZGAT), en la que los ayuntamientos, a la hora de solicitar y confirmar estas zonas, no solo tendrán que marcar la franja de territorio sino también la temporalidad.

la Ley también regula los horarios, fijando 15 festivos anuales de apertura comercial a partir de 2015 y 16 en 2016, uno de los aspectos criticados por la oposición.

El conseller resaltó que la nueva normativa incide en la «liberalización del sector» y mira hacia el pequeño y mediano comercio y hacia los derechos del consumidores.