El director de Palladium Hotel Group y vicepresidente de Grupo Empresas Matutes, Abel Matutes Prats, minutos antes de la entrevista con este periódico. g Fotos: SERGIO G. CAÑIZARES | (c) Sergio G. Canizares

El director general de Palladium Hotel Group y vicepresidente de Grupo Empresas Matutes, Abel Matutes Prats, tiene claro que Eivissa está viviendo un momento turístico único, «aunque es mejorable porque cada año tenemos que seguir haciendo esfuerzos», destacó. Sobre el Plan de Excelencia de Platja d’en Bossa avisa de que «las inversiones no están paradas», por lo que si surgen oportunidades de negocio en otros lugares el proyecto podría no llegar a realizarse en Eivissa.

¿Cómo ha sido la temporada en las Pitiüses para Palladium Hotel Group?

—En Eivissa la temporada ha sido buena, aunque es un poco pronto para hablar de balance porque dependiendo de cómo se cierre octubre se te puede ir parte del resultado de la temporada. Hasta ahora ha sido una temporada muy buena, mejor que el año pasado, que ya de por sí fue una buena temporada. Pienso que Eivissa está yendo hacia una senda de turismo de mayor calidad y mayor poder adquisitivo y pienso que esto se está notando. Para el sector turístico en general creo que está siendo también un buen verano. No puedo hablar por todo el mundo, pero sé que le resto de ‘colegas’ hoteleros están contentos y sé que la restauración también está yendo bien. En general pienso que está siendo un buen año para Eivissa.

¿También está siendo buena a nivel laboral?

—Nosotros hemos creado bastante más empleo porque hemos ampliado servicios. En Hard Rock Hotel, por ejemplo, pasamos de 200 empleados a los 700 de este año. Palladium da trabajo en Eivissa a cerca de 4.000 personas.

¿Eivissa se está especializando demasiado en el turista de alto poder adquisitivo en detrimento del turista medio?

—Pienso que el turista con poder adquisitivo medio sigue existiendo y, de hecho, es la mayoría que nos visita. Gracias a Dios, Eivissa está empezando a tocar el turismo de alto poder adquisitivo porque el poco que tocaba hasta el momento era más el visitante de segunda residencia, pero realmente por parte de la hostelería prácticamente no se tocaba. Es un turista que deja más riqueza en la isla, por lo tanto, nunca es suficiente. No creo que se esté olvidando el turista medio, pero si podemos conseguir más del turista de alto poder adquisitivo, mejor. Aún quedan muchas zonas de la isla donde el turista de más poder adquisitivo no llega. Además, una de las cosas buenas de Eivissa es que tiene ofertas para diferentes tipos de visitantes.

¿Qué momento está viviendo la marca ‘Ibiza’?

—Está en el momento turísticamente más alto de su vida, aunque es mejorable porque cada año tenemos que seguir haciendo esfuerzos. Pienso que estamos en el mejor momento de nuestra historia y una de las cosas interesantes es que Eivissa está consiguiendo diversificar el turismo que llega y esto nos hace más resistentes ante posibles crisis de algunos destinos emisores. Antes dependíamos más del turismo británico, español, alemán e italiano y cualquier cosa que les pasara hacia que Eivissa tuviese una mala temporada. La isla ahora está recibiendo otro tipo de turistas, como asiáticos, norteamericanos...que nos permite diversificar el turismo y esto es gracias al nombre que tiene Eivissa ahora mismo.

¿Piensa que las Pitiüses seguirán siendo el motor económico de Balears?

—Depende de todos. Si se siguen haciendo las cosas bien por parte del sector privado y se sigue fomentando por parte de las administraciones públicas que el sector privado tire hacia adelante pienso que sí. Considero que tanto el empresario ibicenco como el que viene a la isla y decide montar un negocio están apostando por temas novedosos y si seguimos en la senda que hemos empezado hace unos años seguiremos siendo el motor de Balears. Tenemos la marca para ello, desde luego.

¿El sector turístico pitiuso está consiguiendo llegar a los seis meses de temporada?

—Las temporadas se están alargando, pero son más cortas que en los 60 y 70. Pienso que se están recuperando las temporadas de seis meses, pero no nos tenemos que conformar con los seis meses sino intentar llegar a los nueve y a los doce meses abiertos.

Para ello se necesitarían mejores conexiones aéreas.

—Siempre decimos lo de mejorar las conexiones aéreas, pero las aerolíneas no son tontas: si hubiera demanda pondrían vuelos. El problema es que no somos el único sitio turístico del mundo; en lugares como Málaga está todo abierto en invierno y si está todo cerrado en Eivissa es normal que la gente no venga.

¿Abrirán los hoteles de Palladium este invierno en las Pitiüses?

—Este año no. Hemos hecho un centro de convenciones muy grande en el Hard Rock para en un futuro estar abiertos más meses. De hecho, Hard Rock Hotel Ibiza está equipado para que se abra todo el año. Lo ideal es que en dos o tres años Hard Rock Hotel esté abierto por lo menos nueve meses. Ahora mismo, el Gran Palladium es el hotel que cierra más tarde porque llega a los siete meses abierto.

¿Cuánto invertirá Palladium este invierno en reformas en las Pitiüses?

—Invertiremos cerca de 20 millones de euros y reformaremos el Palm Beach, que pasará a ser Gran Palladium White Island con cinco estrellas, y Palmyra, Cala Llonga y Don Carlos pasarán a ser Palladium. Nos gustaría empezar parte del proyecto del Plan de Excelencia de platja d’en Bossa.

¿En qué punto se encuentra el proyecto?

—Está ahora en el Ayuntamiento; está pendiente de la aprobación de los planes parciales. Había una fórmula, que era la declaración de interés turístico (estaba sobradamente claro que lo era) que podría haber agilizado el trámite. El Consell d’Eivissa, por su parte, no terminó de lanzarse. Es una lástima porque hemos perdido dos años. Nos ajustaremos a unos suelos comerciales que tenemos sin usar. El Ayuntamiento ha dicho que es algo bueno para el municipio y para la isla.

¿Estarían dispuestos a renunciar al golf si se agilizara el proyecto?

—No. Un campo de golf no es malo para el medio ambiente y quien diga lo contrario le emplazo a debatir conmigo sobre este asunto. El golf es una oferta fundamental para atraer a un tipo de turista muy concreto en invierno.

¿Cómo definiría la actitud que ha tenido el Consell d’Eivissa ante el proyecto?

—[Silencio] Sinceramente pienso que ha faltado un poquito de valentía. No creo que haya sido mala fe ni nada por el estilo porque estoy convencido de que el Consell sabe que es un proyecto bueno para Eivissa y quiere que salga, pero pienso que los gobernantes a veces tienen miedo a tomar decisiones y este ha sido un poco el caso. He echado de menos un poco de valentía por parte del Consell, pero tampoco quiero que suene a reproche. Lo que pasa es que los gobernantes están para hacer lo mejor para la isla y este proyecto era una oportunidad única para seguir reposicionando la marca Ibiza. Por contra, el Ayuntamiento de Sant Josep ha tenido claro desde el principio que es un proyecto bueno para el municipio y la isla.

¿Se han marcado un plazo límite de espera?

—Las inversiones están preparadas para irse cuando haga falta, es decir, si ahora mismo sale una oportunidad buena de inversión en otro lugar se hará y si más tarde no hay fondos para el Plan de Excelencia, no se hará. Hubo un tiempo en que estuvimos aguantando las inversiones, pero ahora ya no es el caso. Si el Plan de Excelencia sale, seguimos teniendo fondos para invertir en él y el posicionamiento de Eivissa sigue siendo fuerte lo haremos. No tenemos el dinero parado; se están buscando inversiones.

¿Qué opina de que se diga, como ha señalado PSOE-Pacte, que el Ayuntamiento de Sant Josep está favoreciendo a la empresa para sacar adelante el Plan de Excelencia?

—Son críticas partidistas. Desgraciadamente, cuando aparece nuestro apellido siempre es más fácil hacer política. Quiero precisar que le he enseñado el proyecto a mucha gente del PSOE de Sant Josep y están de acuerdo. Cuando estás en la oposición intentas hacer política con todo, pero estoy convencido de que el PSOE de Sant Josep vería con buenos ojos este plan si estuviera gobernando.

Instituciones y patronales reclaman que se concreten las partidas para obras hidráulicas (depuradoras y desaladoras) en Eivissa.

—Evidentemente es patético que una isla como Eivissa y con el coste de agua tan caro como el que tiene haya sitios como Sant Jordi o Santa Eulària que tengan el tipo de agua que tienen. Es absolutamente nefasto y es algo malo para el residente y para el turista. Mejorar esto es fundamental, igual que mejorar y ampliar las depuradoras, sobre todo las de Vila. Como destino turístico es básico mejorar estas infraestructura porque llevamos mucho retraso en esto.