En Eivissa es frecuente ver carteles de ‘Se Alquila’ en pisos que no están bien conservados. | Toni Escobar

Un apartamento de dos habitaciones por 900 euros más dos meses de fianza, una habitación en un piso compartido por 350 euros más gastos hasta abril o mayo e incluso garajes de coches que se publicitan como vivienda en alquiler son algunos de los ejemplos que se están encontrando quienes buscan un hogar sin tener que pagar hipoteca.

Francesca es una chica italiana con pareja que ha decidido quedarse todo el año en Eivissa. «Ser italianos y pareja ya es un problema para encontrar piso. Hace dos meses que estamos buscando viviendo y no encontramos nada a un precio razonable. Me han llegado a pedir un año por adelantado del alquiler, 700 euros por un estudio muy pequeño e incluso 1.000 euros por una casita pequeña en el campo con sólo una habitación», explica con cierta desesperación Francesca.

A Virginia Plata, una chica andaluza de 24 años, le han llegado a enseñar «cocheras, casas de labranza en casas payesas y locales comerciales acondicionados como vivienda y hasta incluso pisos de 60 metros cuadrados que los dividen con un tabique para así alquilar dos pisos y pagar a medias los gastos de luz y agua».

Cambio

La tendencia estacional de Eivissa y Formentera solía generar que los pisos se vaciaran cuando llegaba el invierno, por lo que se podían encontrar pisos anuales en alquiler a partir de octubre o noviembre. Este año, sin embargo, la tendencia se ha revertido: «Normalmente cuando acababa el verano se incrementaba la oferta de pisos en alquiler todo el año.

Pero este año hay muchos propietarios que han decidido alquiler temporada de invierno y de verano porque sacan mayor rentabilidad en verano que en todo el año», explica Jennifer, comercial de Domo Inmobiliaria Ibiza, quien reconoce que este año «hay una demanda brutal de alquileres anuales. En un día podemos recibir a 20 personas preguntando por pisos en alquiler, además de correos electrónicos y llamadas».

Más gente

La situación económica de Eivissa y la buena temporada turística ha llevado que este invierno se quede mucha más gente en la isla, por lo que se incrementa la demanda de viviendas en alquiler y genera, a su vez, un incremento en los precios de la oferta disponible: «Este año es mucho más difícil encontrar piso de alquiler y, además, los precios han subido.

La zona más demanda es cerca de Eivissa: Jesús, Sa Carroca, Sant Jordi, Puig d’en Valls... El año pasado podías encontrar un piso de dos habitaciones por 800 euros cerca de Eivissa y este año con este presupuesto te tienes que ir a Santa Eulària o Sant Antoni; cuanto más alejado de Eivissa, mejor de precio.

Calculo que los precios han subido entre un 10% y un 15% en el último año», asegura esta comercial. En esta misma línea se expresa David, de Locland Inmobiliaria: «Hay más demanda que oferta porque muchos propietarios que alquilaban todo el año han decidido pasarse a temporada de invierno/temporada de verano.

Se puede encontrar, por ejemplo, un piso de dos habitaciones en Los Girasoles [un edificio de más de 30 años y cerca de la depuradora de Vila] por 900 euros al mes más dos meses de fianza. El precio ha subido entre un 5% y un 10%». Y añade: «Los propietarios saben que tarde o temprano los van a alquilar aunque pidan esos precios».

A esto hay que sumar los intermediarios que actúan como si fueran agencias inmobiliarias sin serlo y los alquileres ilegales por semanas y días, que predominan sobre todo en la temporada de verano.

Otra de las situaciones que se están dando es que ya hay quien, pese a no quedarse en invierno, está buscando vivienda de cara a la temporada que viene: «En el caso de las inmobiliarias no podemos concretar con tanta antelación», precisa Jennifer.