Sant Antoni planta cara al cáncer infantil

El certamen se inició por la mañana con una chocolatada que sirvió para caldear un ambiente que fue subiendo de temperatura conforme se sucedían un buen número de actuaciones.

A lo largo de todo el día, saltaron al escenario el Club de Gimnasia Rítmica Portmany, el Centro de Baile Puro Ritmo, el Estudio Aretë, el Màgic Boro, Rocío Solana y sus alumnas, la Escuela de Danza Tutty Alcázar y los karatekas de Oksib y el grupo The Frigolos, en sendas actuaciones que dieron ritmo y colorido a una carpa que quedó algo justa para albergar a las más de 300 personas que acudieron a la torrada del mediodía.

Entre número y número, Aspanob organizó varias rifas con premios cedidos por una amplia representación del tejido comercial de Sant Antoni, como un jamón que se llevó Álex, un vecino de Sant Antoni que también tuvo que demostrar sus dotes para el baile y así poder llevarse el preciado muslo de cerdo curado.

Mientras tanto, dentro de la carpa, la venta de repostería y bebidas mantenía un buen ritmo y, en el exterior, varios puestos de artículos diversos llamaban la atención de todo aquél que había aprovechado la mañana para estirar las piernas por el Passeig de ses Fonts.

Pero, para paseo, el que pudieron disfrutar los niños en unos carros tirados por cuatro ponis y un caballo, novedad del certamen que atrajo la curiosidad de los más pequeños. El euro que costaba el recorrido se destinará íntegramente a Aspanob, que entre todas las actividades esperaba por lo menos igualar los 6.000 euros que se habían recaudado en anteriores ediciones.

Más recursos

«La verdad, necesitaríamos hacer un festival como este cada semana y no cada año», comentó el presidente de la entidad, Jaume Coll, que vino desde Mallorca para la ocasión.

A su vez, María del Carmen Vargas, impulsora del certamen, reclamó «mas recursos» a las instituciones y señaló que solo se ha cobrado parte de las subvenciones acordadas en Eivissa, pero que en Mallorca o Menorca no han recibido ningún ingreso institucional.