La última fase de los trabajos se está llevando a cabo en la zona boscosa que hay detrás de la iglesia de Sant Miquel.

Una cuadrilla de cuatro trabajadores de la empresa Ca Na Negreta Pitiüsas han estado trabajando durante los últimos dos meses en 3,17 hectáreas de bosques de Sant Miquel, Cala Carbó y Cala Mastella con el único objetivo de minimizar el riesgo de incendios.

En total se han limpiado 1,76 hectáreas junto a la iglesia de Sant Miquel, 1,21 en Cala Carbó y otras 0,20 en la zona de Cala Mastella y se ha hecho siguiendo los parámetros establecidos por un proyecto de protección de zonas potencialmente peligrosas creado específicamente por la técnico forestal María Pol. «El plan tiene una doble misión, por un lado eliminar los posibles puntos de inicio del fuego en zonas frecuentadas por el ser humano, y por otro conseguir bajar la intensidad del fuego en caso de que éste llegue desde el bosque hasta las zonas urbanizadas», aseguró ayer la propia Pol.

En este sentido, la técnico explicó que los trabajos han estado enfocados fundamentalmente a lograr «una discontinuidad horizontal y vertical» entre la vegetación. Algo que consiste, básicamente, en desbrozar los árboles para que sus copas no se toquen, permitiéndoles respirar y minimizando el riesgo de transmisión de las llamas, y en una limpieza adecuada de la vegetación en franjas de 25 metros con diferente intensidad.

Por ello, dentro de este plan que está previsto se prolongue durante diez años para que se pueda aplicar a zonas costeras y de playa, se han escogido tres puntos considerados como prioritarios en la lucha contra el fuego por su alto riesgo de incendio. «Como alcalde que soy de Sant Joan se que la limpieza de los bosques, sobre todo en la zona norte de Sant Miquel, siempre ha sido una de las principales demandas de los vecinos que ven como la masa forestal está demasiado cerca del núcleo urbano», explicó al respecto Antoni Marí, Carraca, alcalde de Sant Joan y Conseller de Agricultura, Ramaderia, Pesca, Caça iCooperació Municipal.

«Seis operarios vienen del paro»

Para conseguir su objetivo el Consell d’Eivissa ha invertido 17.900 euros más IVA y se ha contactado con una empresa que ha contratado a ocho trabajadores en régimen de dedicación absoluta. Concretamente, el propietario de la empresa encargada de la faena, Toni Marí Marí, explicó que durante estos últimos dos meses han estado trabajando dos operarios especializados más otros seis que han sido contratados cuando estaban en el paro y que además se ha contado con, entre otros medios, un camión grúa pulpo y una máquina trituradora especial.